La gestión del cambio nos ocupa y de forma intensiva. Y es que como hablábamos en este otro contenido, el cambio es una constante en nuestra vida… que hay que saber gestionar de forma saludable. Si no, se adueñará de todo lo que nos acontece convirtiendo cualquier situación y acontecimiento de la vida en un auténtico sufrimiento. El ser humano está en constante cambio. Todo a nuestro alrededor y en nosotros mismos, cambia (desde nuestro cuerpo, lo que vivimos, lo que nos rodea…). Cuanto más y mejor sepamos gestionar el cambio, mejor podremos enfrentarnos a él sin que sea una guerra porque de ese modo seguro, perderemos. Lo primero que debemos hacer siempre es aceptar el cambio, lo que está ocurriendo para de ahí, crecer y modular nuestra vida. ¿Cómo hacerlo? A través del estudio e integración de los modos de cambio y sus etapas. Hoy, lo descubrimos.
Importancia de la gestión del cambio
Seguiremos insistiendo en la importancia mayor de aprender a gestionar el cambio. Es imprescindible que todos trabajemos esta área de nuestra vida para conseguir un día a día más saludable alejados del dolor. El cambio es intrínseco a la vida, no se puede evitar. Y muchas veces el cambio nos puede traer dolor pero, saber llevarlo de una forma positiva evitará que caigamos en el sufrimiento (algo sumamente habitual). Y es que al ser humano nos han educado en la cultura de la estabilidad, de la permanencia y del apego. Estos tres grandes pilares de la vida y sociedad actual son los mayores enemigos del cambio.
Es paradójico que estemos educados en perseguir la estabilidad cuando el mundo, el entorno y nosotros mismos somos fruto del cambio constante. A la vista está que quien mejor sabe llevar el cambio, vivir de forma más plena, feliz, saludable y alejado del sufrimiento.
El cambio está presente en todos los estadios de nuestra vida… ¡En todos! En la vida propia, en la personal, en las relaciones con amigos y familia, la pareja, el lugar donde vivimos… Todo es cambio y tenemos que estar preparados para ello. Integrarlo de forma positiva nos ayudará a vivir mejor, de forma más plena y por supuesto también, a crecer más y más como personas. De ahí la importancia de aprender a gestionar el cambio.
Modelos habituales y efectivos de gestión del cambio
Dada la importancia de aprender a gestionar el cambio, cada día más se desarrollan modelos y fórmulas de gestión para integrar en positivo cualquier tipo de cambio que acontece en nuestras vidas. Algunas de las más extendidas y efectivas con las que podemos trabajar son:
Modelo de Lewin:
En este modelo se pretende integrar y trabajar el cambio (normalmente en la empresa pero es extendible a cualquier ámbito) a través de tres etapas: descongelamiento, movimiento o avance, recongelamiento.
El objetivo es analizar lo que se está haciendo para identificar problemas y desviaciones e incluir mejoras. Se reune y unifica a las partes implicadas, se realiza un proceso de retroalimentación y de ahí, se visualizan los problemas, se corrigen los problemas y se congela el proceso para poder trabajar con él y evolucionar.
Modelo ADKAR:
Este es el modelo más humano de todos ya que se basa en trabajar con los miembros del equipo que al final son los que más van a vivir el cambio.
En este caso, se transita durante 5 etapas para integrar el cambio: conciencia, deseo, conocimiento, habilidad, reforzamiento. A través de cada una de ellas, se pretende que los integrantes sean partícipes y escuchados durante el proceso. Así, asumir el cambio será de una forma mucho más orgánica. El nivel de rechazo se reduce, la confusión se controla y/o elimina y el cambio queda establecido de forma permanente.
Modelo 8 pasos de Kotter:
John Kotter (profesor de Harvard) creó esta metodología para la gestión del cambio que a día de hoy sigue funcionando con grandes beneficios. Él definió el proceso a través de 8 etapas (no por más etapas es más tedioso) para asegurar una gestión del cambio efectiva.
Las etapas de Kotter son: crear urgencia, formar una poderosa coalición de agentes de cambio, desarrollar una visión de cambio, comunicar la visión con regularidad, eliminar obstáculos, crear victorias a corto plazo, aprovechar el cambio analizando lo que salió bien y lo que no, anclar los cambios a la cultura corporativa.
Aunque parezca que por tener 8 etapas la gestión del cambio será más lenta y difícil es justamente lo contrario. Se hará de forma más ágil, eficaz y además, involucra a todos los que forman la compañía.
Modelo de Kim Scott:
Es una metodología un tanto nueva que aún no ha ganado demasiado cuota de mercado pero de la que se piensa y considera que tendrá gran éxito. El Get Stuff Done (GSD) ofrece 7 etapas para conseguir la gestión del cambio efectiva: escuchar, aclarar, debatir, decidir, persuadir, ejecutar y aprender.
Con estas metodologías es más fácil poder seguir un proceso de gestión del cambio. Eso sí, siempre será más fácil con acompañamiento y ayuda, algo que se puede conseguir a través de coaching. En Utopía nos encanta el cambio, trabajamos el desapego y la capacidad de evolución. Analizamos tu proceso y de ahí, ejecutamos la metodología que mejor se ajusta a tus necesidades. ¿Hablamos?