Aquí comentábamos en un post como algunos se toman todo a conspiración. Sin llegar a tal extremo, parece que sí que hubo algo que mala gestión, al menos poco transparente, en el asunto de la gripe A.
Dicen en El País, que los miembros del comité de emergencia son secretos, lo cual es un arma de doble filo: se les protege de la presión empresarial pero, por otra parte, si están a sueldo nadie se entera. Y esto es lo que sucedió: tres de los miembros estaban en relación directa con empresas que fabricaban los dos antivirales de referencie y, ellos mismos, publicaron en 2004 artículos en los que se basó el informe final. Estos hechos debieron ser reflejados en el informe de la OMS, pero no se hizo. Al final los mecanismos de autocontrol han destapado el asunto.
Así que, de conspiración nada, porque pandemia hubo y muertos también, aunque las peores predicciones no se hicieron realidad, pero este tipo de actitudes no ayudan nada a la imagen que debe dar semejante institución ni a la de los científicos en general.
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