Revista Comunicación

Gestión presidencial

Publicado el 09 septiembre 2019 por Jamesnava123

La gestión presidencial del presidente Trump no deja de apuntar éxitos. Es la razón de que la aprobación ciudadana a esta gestión aumente mes a mes en todas las capas sociales, tal y como reflejan la mayoría de las encuestas.
La gestión presidencial se ha teñido de liderazgo y capacidad en las últimas semanas en varias áreas estratégicas: lucha antiterrorista, política exterior, comercio internacional, política interior, emergencias naturales, defensa espacial y economía.
Durante el mes de agosto se han dado importantes golpes al yihadismo de ISIS y Al Qaeda en Siria, Iraq y Afganistán. Destaca el ataque estadounidense a un campamento de entrenamiento cerca de Maarat Misrin, al norte de la región de Idlib (Siria), que abatió a más de 40 yihadistas de la organización AQ-S (Al Qaeda en Siria). Entre los objetivos alcanzados estaban los líderes terroristas Hurras al Din y Ansar al Tawhid, entre otros, que formaban parte de la organización Hayat Tahrir al-Sham, una alianza yihadista conocida como Nusra Front. De forma paralela, se han dado pasos importantes en la negociación con los Talibán en Afganistán para poner fin a una guerra que ya dura 18 años y reducir la presencia militar estadounidense en la región a unos 8.600 soldados en vez de los 13.000 que hay actualmente.
La participación de Trump en la cumbre del G-7 en Biarritz, Francia, se saldó con éxito para el presidente, que logró un importante acuerdo comercial con Japón valorado en más de 7.000 millones de dólares. Este acuerdo permitirá abrir los mercados agrícolas, digitales, de bienes y servicios. Estados Unidos podrá vender carne de vacuno por valor de más de 2.000 millones de dólares a Japón y el país nipón comprará maíz de los excedentes estadounidenses. El presidente ha demostrado así su capacidad de negociación internacional y de defensa de sectores vitales como los agricultura y la ganadería, entre otros.
A nivel internacional, Trump sigue demostrando su liderazgo fuerte frente a China. No le ha temblado el pulso para ordenar otra subida de los aranceles desde el 25% al 30% a las importaciones chinas por valor de 250.000 millones de dólares, y desde el 10 al 15% de otros 300.000 millones de dólares. Tampoco le han dolido prendas en acusar a China, con razón, por robar la propiedad intelectual estadounidense durante años a un coste de miles de millones de dólares. O al sugerir a las empresas estadounidenses que busquen una alternativa a China y que salgan del país para llevar las fábricas a Estados Unidos y hacer los productos en Estados Unidos.
No olvidemos que Trump tiene la capacidad legal para sacar a las compañías estadounidenses de China mediante la Ley de Poderes Económicos de Emergencia. Y que ello dependerá de la voluntad del gobierno chino de llegar a un acuerdo comercial justo.
En estas semanas se ha conocido también el plan chino para intentar que Trump no salga reelegido en 2020, y que abarca lobbies, líderes mediáticos de la izquierda, redes sociales y chinoa-americanos poderosos. Una injerencia brutal en las elecciones que es real, pero de la que pocos hablan. Ni los medios progres ni los papagayos del Partido Demócrata.
La gestión presidencial ha brillado en el control y monitoreo del huracán Dorian. Trump tuvo la visión acertada de cancelar su viaje programado a Polonia para quedarse en la Casa Blanca y asegurar que la ayuda federal de emergencias llegara a tiempo a los lugares donde se necesitaba. Trump autorizó con presteza al Departamento de Seguridad Nacional y la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA), la coordinación de todos los esfuerzos de ayuda.
Un logro histórico brilla en el historial de Trump: la creación del Comando Espacial de los Estados Unidos, presentado a los medios a finales de agosto. El presidente impulsa así la creación de la sexta rama de las fuerzas armadas, la Fuerza Espacial, que ayudará a prevenir ataques y proteger la red de satélites. Trump promueve de esta manera el papel de los Estados Unidos en el espacio como clave para la seguridad nacional. El Comando Espacial contará con cinco centros de operaciones, una plantilla de 287 miembros del Departamento de Defensa y un presupuesto inicial de 83,8 millones de dólares.

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Entretanto, la economía que Trump ha puesto en marcha gracias a su reducción de impuestos y desregulación, sigue dando alegrías y funciona para los hogares estadounidenses. Según datos del Departamento de Comercio, el gasto del consumidor crece hasta un 4.7%. El aumento en el gasto de los hogares estadounidenses representa aproximadamente el 70% del crecimiento económico, y proyecta un consumo sólido y sostenido. Además, el crecimiento del PIB ha alcanzado el 2% en el segundo trimestre del año. No es extraño, pues, que casi el 54% de los trabajadores estadounidenses digan que están satisfechos con sus trabajos, la proporción más alta reportada en más de dos décadas. Y precisamente los trabajadores más jóvenes se sienten especialmente positivos acerca de lo que están haciendo.
La economía de Trump beneficia especialmente a las mujeres. Es lógico que la tendencia de voto a su favor aumente entre ellas. La tasa de desempleo femenino es inferior al 4% durante 13 meses seguidos; 3 millones seiscientos mil empleos para mujeres desde que Trump está en la Casa Blanca; la tasa de pobreza femenina ha descendido en 600.000 mujeres; y el desempleo femenino es el más bajo desde 1953.
La gestión presidencial se salda en el arranque de la nueva temporada, a nivel interno, con la nominación de Eugene Scalia como secretario de Trabajo, para el que deberá ser confirmado por el Senado; la presión para que la Reserva Federal siga bajando los tipos de interés; y el apoyo de más de una docena de estados a la decisión de Trump de finalizar el programa DACA, entre ellos Texas, Alabama, Alaska, y Arizona. Una decisión que el Tribunal Supremo abordará en noviembre.
El presidente Trump completa de esta manera unas semanas de gestión impecable al frente del Despacho Oval y se alza más que nunca como el presidente del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. En tres años ha quebrado el poder de lobbies y el Estado Profundo, y puesto al país y a los estadounidenses en primer lugar.

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