Es muy fácil gestionar tu equipo durante los buenos tiempos, las noticias son siempre agradables, y la comunicación, aunque siempre es importante dentro de un equipo, no acostumbra a ser un problema. Esto cambia en el momento que todo parece ponerse en contra, malos resultados, dificultades por doquier, recortes, etc. En este momento la comunicación y las relaciones con el equipo se nos complican de sobremanera.
Es lógico que preparemos el mensaje y evaluemos las consecuencias de este, pero la mayoría de las veces terminamos comunicando verdades a medias, con mensajes incompletos. Esta práctica siempre termina provocando confusión y desconfianza. Nos parece mas fácil, y creemos que también será más fácil de entender por parte de nuestro equipo y esto no es así. La transparencia parcial es un error muy común, no debemos destapar solo lo que nos conviene.
Comunica la situación de manera clara, da la oportunidad al equipo de conocer, preguntar y entender completamente que está pasando.
Esta actitud conlleva tiempo, no pienses que solo informando claramente, tu equipo ya lo entenderá, es necesario un tiempo para que tu gente lo procese; mientras tanto, favorece las discusiones, los planteamientos alternativos, en definitiva, que se hable abiertamente, y resuelve las dudas, ya sea individual o colectivamente.
Los rumores son muy dañinos, significan una pérdida de tiempo y recursos, no les des la oportunidad de crecer, actúa con total honestidad y transparencia.
Comunicar de manera transparente es un buen hábito, no solo es útil para gestionar situaciones difíciles, sino también para indicar a tus colaboradores lo que esperas de ellos, fijar objetivos o simplemente para motivar a través de la información (si tu equipo conoce, puede aportar y participar).