Gestionando la Ira por Judit Mercedes Fernández
Hola amig@s! hace muy pocos días, menos de una semana, me propuse el buscar colaboración por parte de distintos bloggers y/o lectores que quisieran aportar algo de contenido a mi blog a modo de participación/colaboración y que así no solo conozcamos más de ell@s sino que aprendamos cada semana en amplitud distintos temas relacionados con la temática madre del blog y todas sus ramas. Así pues, la primera colaboración, va de la mano de una excelente mujer que he tenido la gran satisfacción de conocer el pasado año 2014, la cual no deja de sorprenderme día a día y, que nos aporta algo realmente enriquecedor.
Ella es Judit Mercedes Fernández, una joven luchadora y con mucho que enseñarnos, de profesión Psicóloga y Coach en sector educacional y lleva junto a otro compañero de profesión su blog y proyecto: AulaEdem
Y aquí os dejo su aporte ¡Espero que os guste y aprendáis mucho sobre la Gestión de la Ira.
Breve Anatomía de la Ira
Te encuentras en el laberinto de la vida. Sabes cuál es tu camino y te sientes bien; y cuando giras el último recodo para alcanzar tu objetivo… ¡un muro te franquea el paso! Notas cómo se te cierran los puños, se te acelera el ritmo cardíaco y el de tu respiración, te sube la temperatura corporal, y se te crispan los músculos. Son claros síntomas de ira, provocada por la frustración de algo o alguien que te impide continuar tu camino, el muro.
En ese momento, delante del muro, se te ocurren tres respuestas posibles:
- Exteriorizar impulsivamente la ira,
- reprimirla, o
- canalizarla mediante estrategias ecológicas.
La ira es una emoción primaria (junto con la alegría, la tristeza, el miedo, el asco y la sorpresa) que todxs llevamos en nuestra programación emocional. Originariamente, servía para defendernos en caso de agresión, vencer en la lucha contra un adversario o intimidar lo suficientemente a alguien como para evitar el combate; es decir, el objetivo era superar los obstáculos que se alzaran ante nosotrxs y amenazasen nuestra supervivencia. En sí no es ni buena ni mala, sino su expresión y su uso es lo que marcan la diferencia. Una expresión violenta es destructiva, pero la ira también tiene sus aspectos positivos que podemos utilizar para beneficiarnos de una forma adaptativa:
- La ira mueve la energía. ¿Qué puedo construir a partir de esta energía?
- La ira motiva al cambio. ¿Qué cosas me molestan en mi día a día y puedo cambiar?
- La ira fuerza a hacer respetar tu propio espacio. ¿Me cuesta poner límites?
Respuestas ante la ira
Más arriba veíamos las tres posibles respuestas que una persona puede dar ante un obstáculo que causa frustración y, por tanto, ira. Las analizamos brevemente a continuación:
Exteriorizar impulsivamente la ira
Te encuentras en el laberinto de la vida. Sabes cuál es tu camino y te sientes bien; y cuando giras el último recodo para alcanzar tu objetivo… ¡un muro te franquea el paso! Casi instintivamente corres hacia el muro, lo empujas, le das patadas. ¡De alguna forma ha de moverse! Pasas la primera hora maquinando estrategias para echar abajo el muro, y al final te das cuenta que gritar, insultar o golpear sólo lleva a una escalada de violencia que te destruye a ti y a tu entorno, pero que no cambia las cosas.
Reprimir la frustración y la ira
Te encuentras en el laberinto de la vida. Sabes cuál es tu camino y te sientes bien; y cuando giras el último recodo para alcanzar tu objetivo… ¡un muro te franquea el paso! Te sientes frustrado y la ira empieza a apoderarse de ti, pero sabes perfectamente que luchar contra el muro no sirve de nada, así que das media vuelta y cabizbajo intentas convencerte de que ya no hay salida para ti. Pasas la segunda hora buscando, sin embargo, la ira reprimida se acaba convirtiendo en rabia (“seguro que ese muro lo ha colocado Fulanito para fastidiarme”) y ésta acaba evolucionando a rencor y odio (“cuando le vea le giraré la cara, y no pienso compartir las sesiones de tenis más con él. ¡Qué se habrá creído!”). De repente te das cuenta incluso de que puedes padecer enfermedades debidas a la somatización de la ira reprimida. Tampoco es el camino.
Canalizar la ira mediante estrategias ecológicas
Te encuentras en el laberinto de la vida. Sabes cuál es tu camino y te sientes bien; y cuando giras el último recodo para alcanzar tu objetivo… ¡un muro te franquea el paso! Valoras las posibilidades de rebasar el muro cuando empiezas a sentir una fuerza interior que parece querer perder el control. Sabes que ha llegado el momento de sacar tus herramientas para paliar la ira. Pasas la tercera hora jugando con tus pinceles sobre el muro y cuando acabas, observas que poco a poco se han ido congregando personas a tu alrededor. Parecen fascinadas con el resultado, así que con curiosidad tomas perspectiva de tu trabajo y descubres una hermosa obra de arte, quizás algo indefinida pero bella. Todos te aplauden y premian tu ejercicio con monedas y billetes. De repente, a tu derecha cede parte de la pared, dejando paso a un nuevo camino.
Bien canalizada la ira puede ser útil, ya que este aporte de energía extra nos puede servir para saltar, rodear o apartar el obstáculo. A continuación te proponemos una secuencia estratégica ecológica para que la ira empiece a trabajar a tu favor en un momento crítico; se trata de una serie de seis pasos que interiorizados puede ayudarte enormemente en esos momentos difíciles:
- Toma consciencia de la rigidez de tus manos y de tus antebrazos y relájalos.
- Practica la respiración sedante para tranquilizarte.
- Tómate tu tiempo y aléjate de la persona o situación desencadenante.
- Identifica la causa de la ira: ¿cuál es la frustración o el obstáculo que la ha generado?
- Nota qué estás sintiendo en ese momento, aceptando los sentimientos y dejando que se desvanezcan.
- Analiza el entorno y contexto donde se ha desencadenado, personas implicadas, etc.
Practica estos seis pasos y no dudes en consultarnos aquellos aspectos que no tengas claros. Tus aportaciones nos hacen ricos a nosotros
Bibliografía:
- Soler, J. y Conangla, M. (2007). La ecología emocional. Barcelona: RBA Libros.
- Thalmann, Y. (2011). Cuaderno de ejercicios para vivir la ira en positivo. Barcelona: Terapias Verdes.
Decir, que ésta es la primera de dos entregas, pues éste tema va compuesto de dos artículos, primera y segunda parte, que pronto podréis ver aquí. ¡Estad atentos!
El saber no ocupa lugar…¿Aprendemos juntos?
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¿Cómo contactar con Judit Mercedes Fernández? ¿Cómo puedo conocerla? ¡Me ha gustado mucho su artículo y quiero saber más sobre ella y su trabajo…
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Sin más, espero que el artículo de hoy, os llene de aprendizaje, así como de más ganas por conocer, crecer, abrir nuestra mente… Ya que, la misión principal de Omayra Montes Online, no es más que esa… haceros crecer mientras soñáis y aprendéis, la infinidad de cosas que la vida tiene para nosotros y, lo que podemos hacer en distintos ámbitos gracias a ellas.
Déjame un comentario, el blog, se alimenta de ellos y yo me alegro de tu paso por aquí.
Un abrazo,
Omayra Montes