Revista Coaching

Gestionar la ansiedad de raíz: la perspectiva

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

Gestionar la ansiedad de raíz: la perspectiva

No son pocas las personas que, desde hace tiempo, me contactan hablándome sobre sus problemas con la ansiedad.

Uno de las razones por las que empecé a viajar en solitario era la ansiedad social.

No lo pasaba nada bien cuando estaba en grupos, aunque siempre intentaba encajar allá donde iba, ocultándome detrás de una máscara. De todas formas, aún y así la ansiedad seguía presente en mi vida.

De hecho, excepto en los últimos años la ansiedad estuvo casi siempre ahí.

Por supuesto, yo no era muy consciente de ello hasta hace bien poco.

Descubrí la ansiedad generalizada que tenía cuando empecé a verme en perspectiva, pero sobretodo cuando tuve algún que otro ataque de pánico.

No quiero hablarte de mí o de esos ataques, sino más bien de lo que he aprendido en el proceso de ir quitando capas y capas superficiales de mi personalidad.

Son varias las formas de gestionar la ansiedad, por lo que me voy a centrar en una visión en perspectiva.

De esa formatendremos un buen punto de partida para gestionarla de raíz.

A partir de ahí, seguiré con una 2ª parte (y quizá con más), para reflexionar sobre este delicado y complejo tema.

¡Vamos allá!

Gestionar la ansiedad es un tema del que llevo mucho tiempo queriendo hablar, pero quizá por miedo e inseguridad también he estado mucho tiempo posponiendo.

El tema no sólo me toca de cerca, sino que también me escribe mucha gente preguntándome acerca de eso y también tengo clientes con los que he trabajado que están pasando por ese tipo de proceso.

La ansiedad se manifiesta de varias formas, pero normalmente suele ser algo que empieza por la mente, sigue por el pecho y se manifiesta mucho en el cuerpo.

Sientes como que pierdes el control de tu cuerpo, de tu mente y de tus pensamientos.

No puedes evitar pensar ni sentir, por lo que entras en un bucle del que es muy difícil salir a no ser que sufras un ataque de ansiedad o al final te des cuenta de que necesitas ayuda y hables con alguien.

Pero ¿cuál es la causa de la ansiedad (generalizada y ataques)?

Bajo mi punto de vista la raíz de la ansiedad viene por una desconexión de nosotros mismos y del entorno, sobretodo del entorno social.

Por ejemplo, si tienes amigos con los que no puedes compartir algo muy personal, muy interno, obviamente ese pensamiento se va a quedar ahí enquistado, y si no lo manifiestas puedes entrar en bucle con ese pensamiento de "nadie me entiende", "no encajo", "no estoy cómodo en esta sociedad, grupo de amigos y/o esta familia".

Al entrar en ese bucle es muy difícil salir, te lo digo por experiencia propia.

Mi historia con la ansiedad en la adolescencia

Desde los 12 años que viví una experiencia de bullying tuve ansiedad generalizada hasta que acabé la carrera, es decir, hasta los 21-22 años.

No voy a explicar la experiencia de bullying en detalle, pero básicamente tuve un complejo de inferioridad con mis compañeros del equipo de baloncesto, ya que eran un año mayores que yo y me acosaban verbal y físicamente.

Quería que los demás me valoraran y encajar en el grupo, por lo que adopté una personalidad agradadora que tanto daño hace en la sociedad.

No necesitamos más buenas personas, sino quizá personas auténticas y felices.

El tema es que yo viví esa ansiedad generalizada y, hasta que no me vi un poco en perspectiva saliendo de mi burbuja social, no fui consciente de que habían otras formas de vivir.

No tenía que seguir con ese miedo al rechazo, ese vacío, esa inseguridad y esa ansiedad social brutal que tenía.

Mi visión personal sobre gestionar la ansiedad

Yo he aprendido varias formas de gestionar la ansiedad, si bien es cierto que esta es sólo mi punto de vista, algo que también corroboro con las personas con las que trabajo.

El concepto clave principal es la perspectiva, la autoobservación. Cuando empiezas a autoindagar te das cuenta de que quizá esos pensamientos son absurdos.

Hay que poner atención a la mente y a la respiración.

Aunque estemos desconectados del entorno, paradójicamente el mundo está más globalizado y puedes estar hablando con alguien de las antípodas.

¿Cómo se hace esto de verse en perspectiva?

Lo primero de todo es ser consciente de que no estás en paz, de que tienes un conflicto interno y que quizá debes gestionar emociones y pensamientos.

Obviamente reconocer que no estás bien no es fácil, pero ese es el primer paso: identificar la raíz del problema.

Cuando identificicas que no estás bien debes ser honesto y ver un poco con esa perspectiva cuáles son las emociones y sensaciones que estás reprimiendo. Quizá es inseguridad, soledad, vacío, tristeza, ira... Hay mucho por explorar.

Cuando empiezas a ver el mapa de las sensaciones y emociones que estás reprimiendo, quizá lo que necesitas es sentirlas.

Parece fácil sobre el papel, pero es que nunca mejor dicho, sobre el papel es mucho más fácil.

Al pasar tiempo en soledad sin hacer nada puedes aburrirte, pero si aprovechas para plasmar tus pensamientos, emociones y sensaciones sobre un papel, verás con mucha claridad tus patrones de pensamientos recurrentes.

Además, al ser consciente de las emociones que puedes estar reprimiendo serás capaz de compartirlas con alguien de confianza, con tu entorno.

El paso más allá sería hablar con un psicólogo, con un coach, ya que hay un problema de salud mental muy grave en la sociedad. Es una lástima pero cada vez estamos más desconectados de nosotros mismos y del entorno social.

Conclusión

Lo más importante es identificar esos patrones que tenemos en nuestro interior, cuestionarlos y desidentificarnos.

Viajar en solitario es tan poderoso precisamente por eso, ya que te permite observarte en perspectiva y preguntarte de qué te sirve la personalidad que has construido en tu vida.

Los pensamientos y emociones que tienes pueden ser "soy un desastre", "no consigo pareja" o "no encajo en esta sociedad".

¿Es cierto que no encajes en esta sociedad? ¿Es absolutamente cierto? Puede que no lo sea.

La cuestión es que los pensamientos tienen un poder tremendo sobre nuestra psicología y sobre nuestro cuerpo.

Por lo tanto, esa es un poco la solución: autoindagación, escritura y finalmente si necesitas una ayuda más personal un psicólogo o un coach.

El último paso serían los fármacos (antideresivos o ansiolíticos) que están ahí para según qué personas, quizá para casos más extremos. No hay que criminalizarlos porque tienen su función.

Como digo, es algo progresivo esto de gestionar la ansiedad. De hecho, yo hasta hace poco más de un año no fui consciente de que había tenido ansiedad casi toda mi vida.

Tanto si has pasado por un episodio así como si estás atravesando algo del estilo, te animo a que empieces a compartir lo que tienes en tu interior con las personas de tu entorno, con alguien de confianza.

Hace poco, de hecho, un cliente me comentaba que en cuanto él empezó a abrirse, sus amistades empezaron también a abrirse con él y a compartir su emociones.

Fuente: https://rutakaizen.com/gestionar-la-ansiedad-perspectiva/

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