Revista Cine
Director: Adrian Grünberg
Pero qué días más aburridos son los putos sábados y domingos, casi que no me dan ganas de ver películas. ¡Tengo que luchar para mantenerme despierto en estos días muertos! Con la que comentaré mañana casi me quedo dormido, y no porque fuera "aburrida" (palabra que detesto utilizar en películas), sino porque yo mismo me encontraba en este estado somnoliento tan desagradable que me provocan los fines de semana. Así que me dije, "¿por qué no mejor ves una buena de acción?", y así de la nada surgió "Get the Gringo", que como cuenta con el gran Mel Gibson como protagonista, se ganó de inmediato mi beneplácito. Además, ya la había visto y sabía que me iba a gustar y despertarme aunque sea un poquito. Puedo decir alegremente que el objetivo se ha cumplido con creces.
Mel Gibson es un criminal que escapando de la policía luego de un robo en suelo estadounidense (cerca de la frontera con México), decide terminar la misma en suelo mexicano. El problema es que se queda sin dinero/botín y más encima lo encierran en una particular prisión que es en sí misma una sociedad con cierta "libertad". Pero el Gringo quiere su dinero, y también sus dueños, y también muchos codiciosos más, y vaya que se arma un delirante enredo.
Mel Gibson está en su salsa, con eso basta para garantizar que la película en cuestión es un gran y desprejuiciado divertimento. A propósito, no me parece que "Get the Gringo" rebose una rancia y discriminadora visión estadounidense al momento de retratar los aspectos socioculturales, aunque, primero, eso no quita que no hayan personajes que sean "americanos" para sus cosas (expresiones sobre todo) ni, segundo, que no hayan personajes que son en sí mismos un estereotipo (vamos, si la vida real nos ofrece por miles), aunque éstos son pocos y poco importantes (tampoco es que quiera melosa corrección política, miren que de eso me encuentro todos los días en las redes sociales). Más importante es que, siendo una película de acción bien definida y estructurada, es decir con elementos narrativos que obedecen más al orden instrumental y argumental (o sea, mediante arquetipos y etapas predefinidas), "Get the Gringo" cuenta con excelentes personajes que van más allá de la superficie de las cosas y que contienen, si bien no grandes o muy profundas capas, sí suficientes matices como para que nos creamos que son personajes de carne y hueso cuyos motivos no son puros enunciados de manual; y además cuenta con una frescura y desenfado que, de inicio a fin, hacen del visionado algo intenso y rebosante de agradable sentido del humor. No hay que engañarse: la acción y/o trama es lo primero, y sin lo preciso y calculado de su entramado entonces no estaríamos ante una cinta tan frenéticamente bien contada, pero los personajes que se mueven dentro de esta red no son simples maniquíes sino que seres humanos con identidad y personalidad propia. Dentro de esta red, me gustan bastante los antagonistas, Javi y, especialmente, su hermano Caracas. El conflicto que los envuelve es sencillo pero efectivo y, más importante, logra sostener la narración mediante un buen planteamiento y una puesta en escena sencilla pero al grano (y ejecutada con intención): en un rincón tenemos a Mel Gibson, en otro rincón tenemos a los mexicanos malos que se dividen en dos bandos, en el siguiente tenemos a los gringos malos y locos que también se dividen según qué intereses, y en última instancia un elemento que saca el lado bueno del loco Mel y que termina siendo una fuerza mayor que el dinero. Todo lo anterior confluye notablemente en un relato que no se detiene y que cuenta con la fuerza de aquellos que disfrutan plenamente lo que hacen, sin dejarse amilanar por estrictas normas de verosimilitud, que, de todas formas, no aplican a relatos tan libres y, repito, desprejuiciados como éste (a veces la cosa se excede, pero es poco y se acepta por completo, después de todo, vinimos a disfrutar nada más, ¿no?). Volviendo a Mel Gibson, pues nada: el hombre lo pasa genial, lo hace genial, y termina por darle ese particular toque que "Get the Gringo" no tendría sin su única y memorable presencia, una perfecta combinación de oficio y plena consciencia de personaje con una leve, inteligente y digna (auto)parodia de la propia carrera y el género que lo acoge, a todas luces fruto de años de actividad y conocimientos que sólo la experiencia otorga. Un grande.
Si quieren pasarlo bien durante noventa minutos, no duden en ver "Get the Gringo". Cumple lo que promete y además lo hace disfrutando y haciendo disfrutar como locos.