Una vez más, el Sevilla FC desaprovechó una excelente oportunidad para obtener su primera victoria como visitante y no supo aprovechar su renta en el marcador. El empate a uno cosechado ante el Getafe supone una nueva decepción lejos del Sánchez Pizjuán.
Las claves del partido:
- El planteamiento de Unai Emery fue bastante rácano y un tanto extraño. Es difícil encontrar una explicación para la poca ambición exhibida por el Sevilla frente a un equipo que llevaba seis encuentros sin conseguir marcar un solo gol.
- Tras el gol de Banega, Unai Emery apostó por defender el resultado y sustituyó al argentino con la intención de que Iborra poblara la zona defensiva del centro del campo y defendiera en jugadas aéreas. El tanto del empate y el sufrimiento en los últimos finales dejó en evidencia al técnico sevillista.
- El conjunto sevillista no estuvo preciso a balón parado y contrariamente a otros partidos, sufrió más de lo habitual en defender este tipo de jugadas. El tanto del empate por parte del Getafe estuvo precedido de una cadena de errores, tanto en el marcaje como en el intento de despeje de Krohn-Dehli, además de la poca autoridad de Sergio Rico en el área pequeña.
- El Sevilla, al igual que en Vallecas, no supo defender la renta en el marcador y se marchó del Alfonso Pérez pidiendo la hora.
El Sevilla desaprovechó ayer una ocasión de oro para acercarse al Villareal y eso que se adelantó en el marcador a diez minutos del final. Si el conjunto sevillista se hubiese hecho con los tres puntos en el Alfonso Pérez habría reducido la distancia con el cuarto clasificado a seis puntos y tendría la posibilidad de dejar esa diferencia en tres puntos la próxima jornada, donde se medirá precisamente al Villareal.
Unai Emery presentó un equipo atípico en Getafe, con Diogo como extremo, Carriço en el centro del campo y Gameiro demasiado aislado en ataque. El planteamiento del técnico vasco era eminentemente defensivo, sobre todo si se le compara con el del Camp Nou, donde los sevillistas jugaron con dos puntas (Gameiro e Iborra) y sin un lateral desdoblado como lo es Diogo. Quizás esa circunstancia influyó y al Sevilla le costó entrar en el encuentro y a pesar de disfrutar de una mayor posesión durante la mayor parte del primer tiempo no consiguió transformar ese dominio en claras ocasiones de gol. Ambos equipos se mostraron muy cautelosos.
La mejor oportunidad de los nervionenses para adelantarse en el marcador se produjo a los 10 minutos, cuando Gameiro recuperó el balón en el centro del campo y contactó con Banega para que el argentino viera a la perfección el desmarque de Vitolo y dejara al canario en un mano a mano con Guaita que resolvió francamente mal al intentar regatearlo. El Getafe prácticamente no inquietó la portería defendida por Sergio Rico y tan solo efectuó disparos lejanos sin peligro alguno. El Sevilla, exceptuando la clarísima ocasión de Vitolo, tampoco consiguió poner en excesivos apuros al guardameta local y se mostró poco incisivo en las bandas e impreciso en las jugadas de estrategia a balón parado, dos características que suelen ser señas de este equipo. Así, una primera parte bastante aburrida llegó a su fin sin que el marcador se moviese. Al Sevilla le faltó una buena dosis de ambición, sobre todo, y algo de garra.
El segundo periodo comenzó con los mismos hombres sobre el terreno de juego a pesar de que por lo visto en la primera mitad, el encuentro demandaba alternativas. Un disparo de Sanabria desde la frontal que acabó marchándose ligeramente arriba pareció despertar a Unai Emery, que a los 53 minutos decidió sustituir a Diogo, muy perdido, por Krohn-Dehli. Poco después, Coke cabeceó un balón colgado que estuvo muy cerca de convertirse en el primer tanto.
El Getafe comenzó a arriesgar más en su juego, algo totalmente lógico si tenemos en cuenta las urgencias que tiene este equipo por distanciarse de la zona del descenso. Así, en el 60´, Emi se coló en el área sevillista y mandó el balón al lateral de la red. El encuentro parecía que tomaba mayor ritmo y el técnico sevillista decidió apostar por Konoplyanka, que ingresó en el terreno de juego para sustituir a un N´Zonzi que jugueteaba con la segunda amarilla. Krohn-Dehli, poco afortunado, ocupó el lugar del centrocampista francés.
Parecía que al Sevilla le costaría un mundo adelantarse en el marcador, sin embargo, cuando iban a cumplirse los 80 minutos de partido, Vitolo sufrió una falta prácticamente sobre la línea del área rival. El colegiado señaló la falta fuera del área y Banega, con un toque sutil, salvó la barrera y mandó el balón al fondo de la red ante la inútil estirada de Guaita, que llegó a tocar el esférico sin poder despejarlo. El Sevilla había hecho lo más complicado, adelantarse en el marcador, y ahora solo debía aguantar e intentar marcar el segundo tanto ante un Getafe que se volcaría en los últimos minutos.
Justo después del tanto sevillista, Unai Emery mandó un claro mensaje a sus hombres cuando sustituyó al autor del gol, Banega, por Iborra. No parecía el cambio más adecuado ya que Iborra se incrustó en el centro del campo, donde el argentino podría haber jugado un papel esencial a la hora de conservar el balón. El Getafe comenzó a creérselo y se lanzó al ataque sin reservas hasta conseguir el tanto del empate a los 86 minutos tras un saque de esquina, mal defendido por el Sevilla, que acabó empujando Velázquez en el interior del área pequeña, estableciendo el definitivo empate a uno.
Después del tanto del Getafe, el Sevilla lo pasó francamente mal y permaneció los minutos restantes encajonado en su propia área, sufriendo en cada saque de esquina de los locales. Por suerte para el conjunto sevillista el marcador no volvería a moverse y el encuentro finalizó con un insuficiente empate para los intereses sevillistas. Curioso que en un partido que prácticamente tenía ganado el Sevilla, los nervionenses acabaran pidiendo la hora.
La próxima cita del conjunto de Unai Emery volverá a ser lejos del Sánchez Pizjuán, concretamente en Basilea, donde el jueves tendrá lugar el partido de ida de los octavos de la Europa League. El conjunto sevillista dispondrá de una nueva oportunidad para romper la pésima estadística que el equipo mantiene como visitante, pues tampoco ha logrado vencer fuera de Nervión en ningún partido de competiciones europeas durante toda la temporada.
Para terminar, un dato curioso: Manolo Jiménez fue destituído tras la disputa de la jornada 28 (la misma de ayer) del campeonato y por aquel entonces, el Sevilla tenía 45 puntos (los mismos de ahora) y era ya uno de los finalistas de la Copa del Rey, igual que lo es esta campaña. Esto demuestra la fe ciega que desde el club se tiene en Unai Emery, aunque también es cierto que el técnico vasco cuenta con el respaldo que dan los dos títulos que ha conseguido con el Sevilla, algo que Jiménez no llegó a conseguir pese a haber finalizado como tercer clasificado de la liga el año anterior.