Gibraltar me la suda

El tema de Gibraltar es algo recurrente, cada cierto tiempo salta a las primeras planas de los medios de comunicación y durante los veranos se convierte en algo más habitual. Estos días, de hecho, estamos viviendo decisiones por parte de los gobiernos gibraltareño y español, que han aumentado la crispación entre ambas partes. En mi opinión el gobierno español está actuando correctamente, pues ya son muchos los meses de provocación y acoso a los pescadores españoles que faenan en aguas españolas junto al Peñón, pues se ha de recordar que Gibraltar carece de aguas propias, por mucho que se hayan adueñado de ellas con la permisividad de la administración española. Además Gibraltar, como paraíso fiscal que es, es un lugar en el que se desarrollan actividades económicas un tanto sospechosas, dejémoslo ahí. Pero lo que más me ha llamado la atención estos días ha sido una afirmación que se ha hecho tender tropic en Twitter. Y es que bajo el hashtag #GibraltarMeLaSuda, una parte de la izquierda ha querido dejar patente que el tema de Gibraltar no les preocupa, que les da igual lo que ocurra en esa zona de España, una actitud que no comprendo, porque en una España republicana ¿qué trato se dispensaría a Gibraltar?, en una España federal ¿dejaríamos que Gibraltar siguiera acosando a nuestros pescadores? Y otra cosa, ¿qué pinta Franco en este tema? Porque que a los independentistas les dé igual este tema es lógico, de hecho se alegran de estos incidentes. Hay que recordar que cuando Gibraltar fue reconocida por la UEFA poco tardaron los de ERC en escribirles (en papel del Congreso de los Diputados) para felicitarles. Si es así, si a los que defienden la tricolor y la república federal española el tema de Gibraltar se la suda, tengo una razón más para no querer eso para mi País. No sé qué solución hay para el contencioso de Gibraltar, no sé cómo se ha de tratar esta cuestión en el ámbito diplomático, pero lo que sí tengo claro es que España no ha de dejar que el problema con la última colonia existente en Europa pase desapercibido y quede olvidado en un cajón. Aunque a parte de la izquierda se la sude.