Revista Religión

GIL IMIRIZALDU, Plácido María Un adolescente en la retaguardia. Memorias de la Guerra Civil (1936-1939) (Encuentro, Madrid, 2006, 213 pp)

Por Joseantoniobenito

GIL IMIRIZALDU, Plácido María Un adolescente en la retaguardia. Memorias de la Guerra Civil (1936-1939) (Encuentro, Madrid, 2006, 213 pp)

GIL IMIRIZALDU, Plácido María Un adolescente en la retaguardia. Memorias de la Guerra Civil (1936-1939) (Encuentro, Madrid, 2006, 213 pp)

¡Cuánto ayuda la historia en migajas o desde un ángulo particular! Es la oportunidad de bucear en el corazón de los acontecimientos, en el auténtico por qué, evitando generalidades, como nos brinda el presente libro, que cuenta ya con . Auténtica confesión de un adolescente -15 años-, en la actualidad anciano venerable, benedictino en Leyre.

 A los 15 años, Miguel Gil se prepara para ingresar en la Orden Benedictina en el monasterio de El Pueyo (Barbastro, Huesca). El 23 de julio de 1936, un piquete de milicianos asaltó el convento y arrestó a todos los miembros de la Comunidad, incluidos los jóvenes aspirantes.

 Miguel Gil comparte la prisión con el resto de los monjes y es testigo de su martirio, que ellos aceptan heroicamente, mientras perdonan a los asesinos. El niño escapa de la muerte por su corta edad y, tras superar grandes riesgos, logra reencontrarse con sus padres tras el final de la guerra civil.

El propio Miguel Gil, hoy monje en la abadía benedictina de Leire (Navarra), describe con precisión los detalles de la aventura que vivió, desde el ataque a El Pueyo hasta el feliz encuentro con su familia, que ya le daba por muerto, en 1939.

La crónica, escrita en primera persona, a modo de diario, recoge las impresiones de cada momento, con datos y referencias a fechas y descripciones de los lugares visitados. Tras atravesar tierras de Aragón, se refugia en Caspe y de allí se dirige a Lérida, hasta que encuentra cobijo en una familia campesina que lo adopta como hijo. Fueron los únicos días felices de su larga peregrinación, de la que conserva de él los mejores recuerdos, especialmente cuando se refiere a la madre de la familia o se encuentra con algún joven que tiene sus mismos ideales religiosos.

 Aunque el autor no ha cuidado el estilo literario, la obra muestra una conmovedora sencillez, que refleja la bondad del personaje y la nobleza de sentimientos inspirados en los preceptos del Evangelio. Le duele en el alma la guerra fratricida, compartiéndonos un relato hondo y sincero de lo que vive y percibe de los demás.

Plácido Miguel Gil Imirizaldu nació en Lumbier (Navarra) el 10 de junio de 1921. Ingresa de niño como estudiante en el Monasterio Benedictino de El Pueyo. Con 15 años le toca vivir en 1936 uno de los episodios más trágicos del inicio de la Guerra Civil española con el martirio de toda la comunidad monástica convirtiéndole en testigo privilegiado de una de las paginas más bellas del reciente martirologio cristiano. Tras tres años en la retaguardia ingresaría como monje en Monasterio Benedictino de Valvanera (La Rioja). Tras cursar estudios en Montserrat y Roma fue ordenado sacerdote en 1946 y enviado al monasterio de El Paular (Madrid). Posteriormente desarrolló una apreciada labor pastoral en la diócesis de Málaga. Finalmente se incorporó al Monasterio Benedictino de Leyre (Navarra) donde contribuyó eficazmente a la promoción de la Causa de los Mártires de El Pueyo. Falleció en 2009. Ediciones Encuentro ha publicado dos obras suyas: Un adolescente en la retaguardia(2006) y Iban a la muerte como a una fiesta (2012).


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