Continuamos con nuestro acercamiento a los relatos del Padre Brown, el más célebre personaje de Gilbert Keith Chesterton, que se contienen en La sabiduría del Padre Brown, segunda colección de historias dedicadas a este peculiar detective, tan sagaz como desaliñado.
En esta entrada nos centraremos en los siguientes cuentos: El error de la máquina, La cabeza del César, La peluca roja y El fin de los Pendragon. Son cuatro relatos donde brilla tanto la inteligencia del curita inglés como la genialidad de su autor a la hora de imaginar la trama, idear el ambiente, componer los personajes y escribirlas con estilo.
En la cuarta historia del libro, "El error de la máquina" (The Mistake of the Machine), asistimos a la charla que el Padre Brown sostiene con Flambeau acerca del valor de una máquina como el polígrafo. En esta ocasión es el propio sacerdote con cara de luna quien le relata a su amigo la historia de la mala impresión que le produjo el uso de esas nuevas máquinas. La acción se traslada a los Estados Unidos y allí el curita es testigo de la fuga de un preso y de su persecución. El relato, además de una crítica al maquinismo moderno, supone también una burla de cierta prensa de la época, demasiado sensacionalista. La conclusión del Padre Brown es que tal vez las máquinas no se equivoquen pero sí pueden equivocarse quienes las manipulan.
En la quinta narración, "La cabeza del César" (The Head of Caesar) enocntramos de nuevo al Padre Brown en compañía de Flambeau. El curita le pide a su amigo que siga a un hombre con nariz postiza. Un poco más tarde aparece la joven Christabel Carstairs, quien le cuenta al padre Brown la historia de su familia, hablándole de la herencia que su padre, el coronel Carstairs, les dejó a ella y a sus dos hermanos, Arthur y Giles. A ella le legó el grueso de su fortuna, a Arthur su colección de monedas romanas y a Giles le cedió una mísera asignación. Gracias a la decidida intervención del Padre Brown y de Flambeau se pudo aclarar el asunto de las monedas romanas.
La sexta historia, "La peluca roja" (The Purple Wig), contiene, de nuevo, una crítica a la prensa, medio que tan bien conocía nuestro autor. En esta ocasión el Padre Brown vive una interesante aventura en Devonshire, donde desvela los secretos de una extraña maldición que pesa sobre la familia Exmoor. De nuevo, el curita demuestra su sagacidad revelando las maldades que se ocultan en los corazones humanos. El cuento, lleno de ingenio, tiene pasajes muy amenos, en especial los que se refieren a esa crítica de cierta prensa sensacionalista, propia de Chesterton, como cuando dice: "No ignoro que el periodismo consiste, principalmente, en saber decir, por ejemplo, que ¡Lord Jones ha muerto! a un público que ni siquiera sabía que Lord Jones vivía".
En la séptima aventura del libro, "El fin de los Pendragon" (The Perishing of the Pendragons), el autor vuelve a unir a sus dos personajes, el Padre Brown y Flambeau. Resulta que el curita se encuentra un poco enfermo y cansado y Flambeau le invita a que pase unos días de vacaciones en el yate de su amigo, Cecil Fanshaw, recorriendo la costa de Cornualles. Así llegan a los dominios de Sir Peter Pendragon, donde les cuentan la historia de cierta maldición que el lector descubrirá si lee este relato, en el que, junto a las alusiones a la leyenda artúrica, encontraremos un ambiente de maravillosa ensoñación y misterio, como solo Chesterton era capaz de crear.
Espero que os guste leer estas y las demás narraciones que forman el libro de La sabiduría del Padre Brown. En la próxima entrega hablaremos de las cuatro siguientes.
Dios os bendiga, queridos amigos, y que Nuestra Señora, os proteja siempre y en todo lugar. Hasta pronto.