¿POR QUÉ ESTOS DESTINOS?
Aunque es un país carísimo, los vuelos a Ginebra suelen estar muy bien de precio, así que ¿por qué no ir un par de día aunque sea comiendo bocatas y darse una vuelta por un sitio distinto?
¿CUÁNDO IR?:
En cualquier época del año, en invierno ideal para la gente que quiere esquiar, ya que es un sitio genial para ello y si no es así la vista de los alpes nevados es una delicia. En primavera-verano es ideal para pasear y disfrutar de ese color verde que tanto caracteriza a este precioso país.
http://www.guialowcost.es/category/guiasdeviaje/ginebra/
http://www.swissworld.org/es/geografia/ciudades/ginebra/
AEROPUERTOS COMPAÑÍAS AEREAS-TRANSPORTE:
El aeropuerto de Ginebra se encuentra a tan sólo 6 kilometros de la ciudad. Una vez hayáis aterrizado tenéis unas maquinas que son para los extranjeros que llegan a la ciudad donde podréis coger un ticket gratis para ir en tren hasta el centro.
MONEDA:
La moneda es el Franco Suizo, el cambio es 1€ --> 1,21 CHF
TRANSPORTE:
Dentro de la ciudad os podéis desplazar totalmente gratis tanto en autobus como en tranvía. Sí que es verdad que las distancias son relativamente cortas y se realizan dando paseos muy agradables, pero siendo gratis siempre se puede aprovechar para acortar tiempo.
COMIDA Y PRECIOS:
Los precios aquí son desorbitados sin duda alguna. Ahora mismo para los españoles sus precios están por las nubes.
Un café 3€
Menú de Mc´Donals 12€
Los menús diarios de cualquier bar rondan los 20€.
Una cerveza 6€
Lo más baratos son los restaurantes Turkos.
SANIDAD Y SEGURIDAD:
Como siempre la tarjeta sanitaria europea. Con respecto a la seguridad, aunque sí que es verdad que al lado de la estación de trenes vimos gente de todo tipo como suele ser habitual en estas zonas, Ginebra y Luasanne se ven sitios muy muy seguros.
SOCIEDAD Y GENTE:
¿los suizos? Bueno el poco contacto que tuvimos con ellos nos parecieron muy educados, simpáticos y serviciales, un poco aburridos todo hay que decirlo, pero en general la impresión buena muy buena, tampoco hay cosas más destacables o llamativas, son muy correctos en general.
Día 1, 1 de febrero de 2013
A modo de regalo de reyes, así surgió este viaje, esta nueva aventura, segunda vez en Suiza pero primera en Ginebra y la zona del lago Lenman.
No sé si llegaremos a saber alguna vez cuantos viajes y cuanto tiempo tiene que pasar para que dejemos de ponernos nerviosillos antes de un viaje, aunque sea un poco, el gusanillo pica el día de antes, nos resulta extraño, en cualquier caso nos gusta pensar que es algo bueno.
A las 9.30 horas despegó nuestro vuelo de EasyJet rumbo a Ginebra, un vuelo muy agradable y corto, sin problemas, aterrizamos en su magnifico aeropuerto rodeado por montañas y con aire limpio que te llena los pulmones. Ginebra resulta extremadamente cómoda, nada más llegar al aeropuerto solo tienes que sacar tu ticket GRATIS de tren y directo a la ciudad, si sí, es gratis, y después en solo 10 minutos estás en pleno centro, no tardaríamos en encontrar nuestro hotel, el HOTEL MODERNE, un lugar antiguo pero limpio y muy económico para la ciudad, además el desayuno está pero que muy bien. Siempre que lleguéis a vuestro alojamiento se hará entrega de una tarjeta para el transporte público de la ciudad, así es viajeros, el trasporte público es gratis para los turistas, ¿hay truco? No no, bueno pero al final vas andando a casi todos los lados es una ciudad pequeña....
Lamentablemente el tiempo que nos recibió fue lluvioso, pero eso no impidió que saliéramos de la habitación y diésemos un buen paseo por la ciudad, otra cosa buena es que hay muchos museos gratuitos así que alternamos paseos por la calle con visitas a museos. Comenzamos el recorriendo los principales puntos de interés de la ciudad, no vamos a mentiros, Ginebra es una ciudad con un interés relativo, está bien para pasar un fin de semana o si te pilla de paso, los vuelos son muy baratos pero luego la vida allí es muy muy elevada, especialmente para ciudadanos españoles, pero regresando al hilo del relato, más que mencionar lugares os diremos que os deis un paseo por la rivera del lago, visitar el puerto es interesante, hay varias zonas verdes muy agradables para pasear, así comimos unos sanwchichs que traíamos en nuestra mochila para ahorrar algo de dinero, lamentablemente enseguida comenzó a llover y tuvimos que ponernos en marcha.
Un punto muy interesante es la catedral, el interior es gratuito, por debajo tiene una zona arqueológica muy bien conservada pero hay que pagar, 18 francos, el casco histórico que rodea a la catedral es realmente bello, así que no dudéis en recorrerlo, la lluvia no nos abandonaba así que tuvimos que buscar alguna actividad "indor", buscamos el museo de la fotografía que era gratuito.
Después y tras comprobar que la lluvia no cesaba, decidimos darnos un lujo y tomar un café, decimos "un lujo" porque te sale por la friolera de 3.75 francos, casi na, pero bueno...estuvimos conversando tranquilamente durante casi una hora, con el cuerpo caliente y dado que la lluvia cesó un poco tomamos un minibus, el 36 que nos llevó al museo de Bellas Artes, la exposición permanente es gratuita, también había una temporal de Piccaso pero el precio era muy elevado, justo al lado nos encontramos con la iglesia rusa, impresionante, tiene una arquitectura muy llamativa, cuesta entrar 2 francos, se hizo de noche y la lluvia seguía y seguía así que decidimos retornar hacia la zona de la estación, o sea de nuestro hotel, mientras seguíamos descubriendo la cite pasamos por la calle más comercial, por alguna pequeña calle plagada de anticuarios, pintores, etc y es verdad, en Suiza ves mucho más interés por la cultura que en otros lugares donde parece ya olvidado.
Un poco más tarde y ya por la zona del hotel comenzamos a buscar algún lugar donde cenar algo sin que se nos fuera el sueldo, ¡madre mía! Hasta el Mc´Donals parece desorbitado, nada por menos de 12 francos, nos parece una pasada, recorrimos varias y muy diferentes opciones pero nada, toda nos parece caro, finalmente decidimos entrar en un turkys donde nos comimos un kebak y una cerveza turca por unos 27 francos los dos. Después de la cena y tras comprobar que seguía lloviendo decidimos acudir a nuestro hotel para ducharnos descansar etc etc . mañana será otro día.
Día 2, 02 de febrero de 2013.
Hoy el día está pensado para visitar Lausanne, la predicción del tiempo es de lluvia y nieve, pero amanece sin ninguno de los dos, aunque con algo de frío, bueno bastante frío, decidimos comenzar con un frugal desayuno y - aunque esté medio bien- llevarnos algo de comida para ahorrarnos la cena, al día siguiente descubriremos no ser los únicos y es que amigos los precios de suiza no son para todos los públicos, es más, lo que realmente estaba en nuestros planes era una excursión a la cercana Mountex desde donde se puede coger un teleférico y subir a la falda de los Alpes, son zonas perfectas para esquiar o para tener una toma de contacto con la montaña, ¿el problema? La excursión - por tu cuenta- sale cara, primero has de tomar una autobús de Ginebra al pueblo que son 55€ ida/vuelta más luego el teleférico que sale por 45€ ida/vuelta, total 100 eurazos por persona, así que bueno, si podéis tiene que ser alucinante poder realizarla, pero nosotros lo dejaremos para cuando nuestra economía sea mejor.
En la estación sacamos los billetes ida y vuelta a Lausanne, al cambio unos 40€ y se tarda una media hora, los trenes magníficos, la puntualidad igual, ¿la tarifa? excesiva, pero bueno es que Ginebra no da para todo un fin de semana, ni mucho menos, así que llegamos a ésta ciudad que se asemeja mucho a la primera, con un casco histórico más interesante pero también con cuestas más pronunciadas, es muy interesante la catedral que se encuentra en el punto más alto, así dedicamos la mañana a recorrer el casco histórico, más ambiente que en ginebra sí que hay, además los precios son un pelín más bajos, apenas hay turistas, el casco se visita en media jornada.
Junto a la catedral (es gratuita) nos encontramos una sorpresa, el museo de arte contemporáneo, que encima al ser primer sábado de mes resulto ser gratis, si os gustan estos museos, éste os gustará, es pequeñito y se ve enseguida, lo recomendamos especialmente con niños, muy divertido.
Al lado de la catedral tenéis un mirador desde donde podéis contemplar unas magníficas vistas de Lausanne.
Bajamos del casco y nuevamente comimos en un donner kebak de esos, básicamente porque es lo más barato.
Tras comer cruzamos la ciudad hacia el sur, a la bahía del barrio de ORCHIY donde se puede bajar andando (20 minutos cuesta abajo y luego cuesta arriba claro) o en metro desde la estación central por 1.90 francos el billete sencillo. Allí os encontraréis con un paseo espectacular por el lago Lemman, con castillos impresionantes y con un ambiente muy animado y volcado al deporte, también un puerto deportivo bastante chulo, la verdad parece que pases a otro barrio o incluso que estés en un pueblo, disfrutamos mucho por allí, por cierto, ni una gota de lluvia ni de nieve, eso sí hace más frío que ayer bastante más, pero bueno se sobrelleva mejor que la lluvia.
Decidimos hacer una pausa y tomar un café (es el único lujo que nos damos ja ja) en un bar muy típico junto al lago, nuevamente dos cafés 7.80 francos, por cierto, ¿sabéis cuánto pagan los suizos de IVA?, pues nada menos que un 8% sí sí, y en España un 21% ¿alucinante verdad?, en fin, nos guardamos nuestros comentarios....
Con el cuerpo caliente regresamos al lago y seguimos paseando y tomando fotos hasta que el atardecer se nos echo encima y casi se nos hizo de noche, como todavía nos quedaba una tiradita tomamos rumbo a la estación, por el camino paramos en un super para ver los precios y nuevamente flipamos en colores, ¡madre mía! Por ejemplo, un paquete de yogures 3 francos y pico, un bocata preparado frio 6 francos, una cerveza de lata 2.5 francos etc etc, eso sí vimos una pequeña botella de vino suizo por 2 francos y pico que decidimos comprar para probarlo.
De nuevo en el tren, llegamos en seguida a Ginebra, los trenes pasan cada 15 minutos así que no hay que reservar asiento ni nada parecido, solo acercarse y pillar el que mejor te venga.
Una vez en la ciudad fuimos a nuestro hotel, cenamos allí mismo unos bocatas del desayuno junto con el vino -que no estaba mal por cierto- y listo, después nos fuimos a la calle a tomar una birra en un bar cercano donde la media pinta estaba por 4 francos, la verdad es que Ginebra carece de personalidad, es una ciudad muy extraña, es decir si bien su arquitectura, estructura urbana, medios, infraestructura etc, pues luego es como un gran lugar de negocios, apenas ves gente divirtiéndose, no hay mucho ambiente, incluso en el pub que estuvimos no había nada nada de ambientillo y el poco que había lo proporcionaban gente de fuera, ¿la sensación? Pues que los suizos son gente trabajadora y responsable cuyo ocio pasa principalmente por el deporte y el contacto con la naturaleza, pensamos que son poco urbanitas y que en cuanto pueden se piran de la ciudad....ya sabemos que mucha gente pensará - estos chicos no saben que Ginebra es una ciudad con gente de medio mundo y que los fines de semana huyen de la ciudad- pues sí, pero aún así nos parece exagerado.
Una cerveza y ha dormir.
Día 3, 3 de febrero de 2013.
Nuevamente amanecemos sin lluvia pero con frío, desayunamos a tope y nuevamente robamos comida, - no somos los únicos, el jamón caé de las bandejas a un ritmo estrepitoso- hemos decido dedicar el día a revisar y ver bien Ginebra, tenemos más o menos media jornada.
Tras hacer chek out etc y dejar las mochilas en consigna, salimos a recorrer bien toda la zona del lago, lo cruzamos en barco público que es gratis con la tarjeta, pero más por probar el asunto que por otra cosa, es bonita esta ciudad, el lago es impresionante, está súper limpio, se nota que está bien cuidado. La jornada como decimos fue muy intensa, repasamos todas las zonas que no pudimos afrontar por la lluvia, como decimos especialmente atractiva la zona del lago, pero sin menospreciar el casco urbano, además tomamos un tranvía -el 15- que nos llevo a la sede de Naciones Unidas, más que para ver el edificio, la zona verde y resto de edificios adyacentes y lo que ello representa (en nuestra opinión una parodia política) lo cierto es que nos apetecía ver la gran silla un monumento representativo en memoria de las victimas del holocausto que resulta interesante.
Regresamos al casco y visitamos un rastrillo que nos encontrarnos por sorpresa, allí encontramos los típicos puestos que venden de todo, desde ropa de segunda mano a llaves y cosas viejas y que además tenía una parte de gastronomía con puestos callejeros donde poder comer algo de carne, un crepe, churros y porras - sí, sí había un señor español por allí- fruta etc por cierto la fruta parece oro por los precios. Comimos junto al mercadillo los bocatas improvisados porque había un poco de sol, pero lo cierto es que nos quedamos pajaritos así que tomamos un café en el mismo sitio que el día anterior, más que nada porque nos pilló de paso, con el cuerpo caliente tomamos rumbo hacia el hotel sin prisa pero sin pausa, parándonos en cualquier cosa que llamara nuestra atención, unas últimas fotos junto al lago y a por las mochilas, con mucho esfuerzo encontramos el típico imán, el más barato 4 francos para nuestra nevera, pero madre ¡qué precios!. Nada más, regreso al tren y al aeropuerto, ahora mismo estamos volando y escribiendo parte de este blog así que si lo leéis entero es que aterrizamos correctamente je je
Ginebra, Lausanne, son dos ciudades interesantes para una escapadilla, por cercanía por precio de vuelos muy accesibles, eso sí, como hemos relatado los precios in situ son caros, muy muy caros, desde el alojamiento a la comida, la contraparte es que tiene muchas actividades gratuitas, lo del trasporte es todo un detalle la verdad, si se dispone de más tiempo se pueden utilizar como lugar de entrada a Suiza, alquilar un coche y perderse por zonas más rurales o directamente en plena naturaleza, ideal para esquiadores y amantes de la naturaleza, la buena educación y el respeto por los demás.