Tanto amenazar con que llega la ultraderecha y resulta que en el otro extremo del tablero tenemos a la izquierda de la izquierda poniéndole las alfombra y emulando las purgas soviéticas. Como dignos admiradores de Lenin, que siempre sostuvo que el partido se fortalece depurándose, o de Stalin, para quien aplicar la denominada máxima medida punitiva constituía un noble servicio prestado al partido. Aquellas purgas de los años 30 no solo se dirigían contra los que se probaba que traicionaban o espiaban, sino -y ahí radica lo más brutal- contra los que se suponía que podían hacerlo.
A Ginés Ruiz Maciá le llegó, por fin, la hora en el Ayuntamiento de Murcia y abandona su acta de concejal. Era algo cantado después de que su partido, Podemos, lo ninguneó durante tres largos años. No solo lo despreció, sino que intentó humillarlo convocando ruedas de prensa paralelas, en nombre de su grupo, a las puertas del consistorio. Ante la ministra Montero se le echó en cara, por la que será su sustituta, que no mordiera lo suficiente en la corporación, como si de un rottweiler se tratara, y se le acusó de que se había convertido en la muleta del PSOE y Ciudadanos. Igual es que en Podemos hubieran preferido que la moción de censura contra Ballesta nunca hubiera existido. Por supuesto que Gino también entregará su carnet de la formación morada.
Da la impresión de que la izquierda de la izquierda, de cara al 28 de mayo, está empecinada, al menos en esta Región, en ponerle las cosas no demasiado complicadas al PP para que este se eternice en San Esteban. A ello contribuye la connivencia de un PSOE que no levanta cabeza, a pesar de que sus dirigentes discrepen de todas las encuestas habidas y por haber, las mismas que le otorgan pronóstico de inmolación, argumentando que las que ellos tienen sí que son verdad de la buena.
No sabemos si la ultraderecha llegará más tarde o más temprano, porque, acaso, siempre estuvo latente. Lo cierto es que desde la izquierda le están allanando el terreno. Quien sí llegará este sábado a Murcia es la vicepresidenta Yolanda Díaz con su proyecto Sumar bajo el brazo. Una apuesta que ilusiona a una parte del electorado que se denomina progresista, pero que no hace otra cosa que cuartearse más.
En nuestra comunidad, para las autonómicas y municipales en ciernes, Podemos irá con IU, mientras Más Región lo hará con Verdes-Equo. Quizá sea la incompatibilidad de caracteres lo que ha hecho imposible el acuerdo entre todos, aunque era evidente que los de Urralburu tampoco se iban a conformar con las migajas que los otros les dejaran del pastel. Es probable que Sumar no llegue a tiempo para la cita del 28-M; hoy por hoy, su propuesta resulta mucho más del gusto para la gente de Errejón que para los morados. Lo que aún no se sabe es si al abogado Ruiz Maciá le harán hueco en sus filas, como me atreví a aventurar el pasado mes de mayo en este mismo diario. Por lo menos, para sosiego de los que lo estimamos, Gino se habrá salvado de que sus excompañeros lo deporten al gulag de la política. Y que esto no suene a simple anacronismo.
[eldiario.esMurcia 24-2-2023]