Decir Girón… Girón fue demasiado para poderlo resumir en palabras; fue ollar por primera vez el suelo anegado de los olvidados de la historia, que con el triunfo de la Revolución supieron de su cubanidad, que sólo hasta entonces y desde entonces conocieron de su condición de ser humano.
El agua limpia y el lodo se mezclaron con la sangre en esta invasión mercenaria que subsistió tan solo 72 horas ante la dignidad de un pueblo, sembrando dolor y muerte en este humilde hombre que entre los hornos de carbón gestaba, del enraizado mangle, la luz de su libertad.
…Playa Girón fue la prueba para los que aún pudieran dudar.
Girón fue ver hollar el suelo patrio, fue hollarlo por primera vez con la mayor violencia desde España y los ingleses, pero había pasado mucho tiempo…
Y cuando los paracaídas mercenarios ensuciaron el cielo azul, cuando la blanca arena grabó la huella de la bota enemiga y el rumor del mar trajo también ahora el disparo, la pólvora y la muerte, se quebró el sueño del pueblo que en el despertar abrupto sintió herida su paz.
No bastaron nuestras armas para ser empuñadas por los milicianos; se disparó con pistola a los aviones que venían a bombardear; los niños amontonaron piedras a la entrada de sus casas para atacar al invasor mercenario: se hizo de tripas corazón.
Las mujeres ocuparon los puestos de los hombres, la producción no se podía detener; las casas se cerraron los hijos quedaron con los abuelos o fueron a las fábricas y cañaverales también. Todo el pueblo en una de las tensiones más grandes que recordemos, esperaba cada nueva noticia y el resumen de todas estas noticias no se hizo esperar: 72 horas bastaron para dejar todas aquellas armas pesadas que desembarcaron sin un hombre que las disparara. ¿Qué pueden hombres sin ideales frente a una consigna como la de Patria o Muerte?Fueron muchos los heridos, también los muertos; en cada casa de nuestro pueblo se sintió, pero junto con el dolor, se sintió también con orgullo.
Recuerdo algo que dijo un chofer de alquiler de Perico que se brindó con su máquina para transportar heridos, armas ¡lo que hubiera que llevarles a los milicianos!: “… pero coño, yo soy revolucionario, pero lo que pasó allí, yo no se los puedo describir. Cuando empezaron a llegar los heridos, muchos muertos que no llegaban a los 20 años, y se plantaron enfermerías para atenderlos… ¡Los gusanos! –los que todos sabían que eran gusanos- corrieron a los comités de defensa, a los comités militares, pidiendo armas para ir también a combatir, a defender su suelo, y no había dobles intenciones en esto, bastaba con mirarles a la cara…”
Es la reacción de un pueblo que ha tomado conciencia de su libertad. Que ha estampado un sello con su propia sangre…
¡¡Primera derrota del Imperialismo en América Latina!!