Como mucho se puede decir que es verano, un grupito de amigos, que no tienen gran cosa que hacer con sus vidas, ve los fuegos artificiales. Y entonces entra en escena un chico nuevo, Kakeru, que podría ser el detonante o desencadenante de que pasasen cosas, pero no. La protagonista, Touko, grita ¡¿EEEEEEH?! cada 2x3 y ya. Eso es todo.
Bueno, no todo, pero casi. Resulta que la chica, con la llegada del muchacho al pueblo empieza a ver cosas raras en objetos brillantes, como en las piezas de vidrio que hacen en su casa artesanalmente. Y el chico nuevo lo mismo, pero él las ve escuchando música. Entonces se interesan el uno en la otra por ese fenómeno raro que se supone que es ver el futuro. Pero al final no es ver el futuro ¿o sí? Todo esto no importa hasta la parte final de la serie.
Entre medias priman los líos que se pueden llamar amorosos por llamarlos de alguna manera. Hay un polígono complejo y ridículo como él sólo. No hay nadie correspondido. Tenemos a Yukinari, el atleta con la rodilla lesionada (no es que importe porque a pesar de la lesión se pasa la serie corriendo) que le gusta Touko y es el primero en declararse tras lo que recibe un gracias y más adelante le rechaza de plano. Bueno, aunque no lo recuerdo, seguro que antes del gracias hubo un ¡¿EEEEEH?! A partir de ahí Yukinari deja de importar aparte del momento en que se le cruzan los cables y le da un puñetazo a Kakeru cuando éste le dice (con toda la razón del mundo) que a él no le interesa lo que haya entre él y Touko. Luego sigue corriendo.Después tenemos a la que parecería el único personaje decente de la serie, Yanagi, hermanastra de Yukinari (nunca se molestan en explicar la relación familiar que tienen) a la que le gusta éste. Se supone que es modelo... y le gusta pasear en bolas por la casa cuando no hay nadie. Escena más WTF del personaje... que no de la serie. Bueno está ahí, ahí con la frase que le suelta a Kakeru de "Por tu culpa, Yuki ya no mola". En serio, juro que no me lo invento. Y como ésa, muchas otras frases para enmarcar, pero ésa es la que se me ha quedado grabada. De todos modos, aunque no lleguen a ese nivel, el resto de diálogos tampoco tienen ningún sentido. La cosa sigue y es el turno de Sachi: chica enferma que todo hacía presagiar al principio de la serie que la palmaría... pero no, no fuese a pasar ALGO en la serie. Resulta que a la chica le gusta Touko y con cara de no romper un plato procura mantener lejos a Kakeru de ella a la par que utiliza al chico que queda, Hiro, de mala manera. De hecho, la cosa es tan surrealista que se declara a los dos al mismo tiempo. Pero Touko es tan cortita que ni entiende la declaración. Eso, o se le olvida en el tiempo que hay entre el final de un capítulo y el comienzo de otro... que en realidad debería ser cero. Y Hiro sigue colado por Sachi después de eso a pesar de ser vilmente utilizado. Aún así, Hiro acaba siendo el único personaje con algún sentido en esta cosa mal llamada serie, y ya es decir.En esos tres párrafos os he resumido TODO lo que pasa en la serie. Bueno, Touko y Kakeru se besan, pero muy importante no será cuando enfocan al momento siguiente a una gallina que estaba por ahí. Pero es que son tan lerdos estos dos que ni siquiera están seguros de gustarse mutuamente ¡Ah! Y no quiero olvidarme de mencionar que Kakeru habla de vez en cuando con un par de dobles que tiene y que aparecen porque sí. La primera vez que nos los muestran aún es capaz de hacerme flipar la serie. Visto eso ya nada lo supera después, han puesto el listón demasiado alto.¿Veis? ¡No miento ni me lo invento!Y no olvidar mencionar que en el penúltimo capítulo se marcan una especie de universo paralelo donde Touko es la chica que llega nueva y es Invierno. Y Kakeru le presenta a sus amigos que por la noche no se acuerdan de ella porque no son ellos con los que se cruza sino su proyección de ellos o no-sé-que-mierda-se-han-fumado.Y llegamos al final, y ¡SORPRESA! la madre de Touko le dice que de joven ella también veía cosas raras en el vidrio (¿será el calor del horno de hacer vidrio que les ha fundido las neuronas?). Kakeru deja de tener visiones cuando escucha música y ¿se marcha con su madre de gira? A mí no me miréis, yo tampoco lo sé con seguridad, puede ser tanto un sí como un no. Ninguna pareja formada al final de la serie, están igual que al principio. Ninguna explicación de las visiones de los protagonistas. La serie ni ha ido ni ha venido de ningún lado. Han sido 13 capítulos de la NADA más absoluta, de la fumada más grande que habréis visto en años. Un giro de 360º que la ha dejado en el mismo punto de partida y que en la vuelta no ha mostrado NADA. La única forma de disfrutar con su visionado es acompañándolo de la misma droga que se han tomado los creadores al realizarla.La animación es decente, pero el filtro de luz en diagonal que meten en cualquier momento, pegue o no con lo que sucede le hace perder puntos. Por no hablar de un montaje caótico que salta de un personaje a otro pillándolos en momentos en los que no hacen ni dicen nada destacable o cortando escenas que podrían ser importantes. Bonitos escenarios y una canción del opening simpática (no así la del ending, chillona e histriónica) son lo ÚNICO que le suma a la serie en vez de restarle.Es una serie tan, pero TAN mala, que te tienes que reír de ella cuando asimilas que nada tiene ni va a tener sentido. No lo tiene, no busquéis explicaciones que no existen. Ni siquiera se podría decir que es un experimento a no ser que éste consistiese en ver qué guión salía después de tomar algo raro. Ni consigue ser graciosa ni dramática de manera coherente. Es pretenciosa en su melodrama barato y, sobre todo, es ridícula.