Revista Cultura y Ocio

Glee: La revelación de la temporada

Publicado el 12 marzo 2010 por Mike_lee
No sólo se ha alzado con el Globo de Oro a la mejor serie cómica, sino que desde su estreno en septiembre del año pasado ha cosechado toda una legión de seguidores, ha movido a adolescentes norteamericanos a apuntarse a grupos de canto en sus institutos, sus discos triunfan en el mercado y sus canciones alcanzan posiciones elevadas en las listas de medio mundo, encumbrando también a los temas en que se basan. Al mencionar todos estos logros hablamos de Glee, la que sin duda puede considerarse la sorpresa de esta temporada en el panorama de las series estadounidenses.
Por paradójico que pueda resultar, el argumento que desarrolla Glee ya nos lo han contado cientos de veces. Típica historia de instituo norteamericano con bailes de fin de curso, pasillos con taquillas que llegan hasta el techo, grupos de actividades extraescolares, el equipo de animadoras y la chica impopular que se enamora del codiciado quarterback titular; todo ello con la odiosa estructura estadounidense de perdedores y triunfadores que criticaron brillantemente películas como Pequeña Miss Sunshine y que nosotros hemos asumido con absoluta pasividad. De esta forma, el ambiente de Glee no dista mucho del de High School Musical, el principio de Smallville, One Tree Hill e innumerables ejemplos de este tipo.
Además, los personajes de la serie se corresponden con los estereotipos propios del sub-género, sólo que ahora nos los encontramos exagerados hasta el extremo de la comicidad: la entrenadora con exceso de testosterona, el profesor de educación física casposo, los abusones cachas y molones, chicas repelentes en busca de popularidad y hasta una afroamericana con dotes para el gospel. Tal vez el único que se salva y despierta más interés sea el protagonista, el profesor que dirige el club de canto Glee viéndose forzado a tomar decisiones complicadas y a lidiar con farsantes varios. ¿Cuál es, entonces, el secreto del éxito de Glee?
Posiblemente deba atribuirse a sus canciones. Entre tanta serie dedicada a policías, médicos y abogados de índole diversa (atención porque ahora se suman los vampiros a estos tres grupos) se agradece que surja una serie musical. Y es éste, sin duda, el aspecto más llamativo de Glee: que goza de números musicales impresionantes, frescos y divertidos, en los que se versionan desde canciones míticas como Don't Stop Believing de Journey hasta conocidos temas modernos como Rehab de Amy Winehouse, Mercy de Duffy o Halo de Beyoncé.
Un éxito sorpresa que ya tiene asegurado más capítulos, entre los que se prevé la intervención del gran Neil Patrick Harris para demostrar su talento como cantante. Hasta entonces, los miembros de Glee siguen ganando adeptos cada día.

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