«Las tecnologías de la información y la comunicación no son ninguna panacea ni fórmula mágica, pero pueden mejorar la vida de todos los habitantes del planeta. Se dispone de herramientas para llegar a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, de instrumentos que harán avanzar la causa de la libertad y la democracia y de los medios necesarios para propagar los conocimientos y facilitar la comprensión mutua»
Kofi Annan[1]
De esta forma magistral se inaugura , en el año 2003, la ‘Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información’ en Suiza.
En la primera década del s.XXI se le empieza a dar forma a la verdadera globalización: la globalización social. Un muchachito de Harvard hace estallar la ‘guerra de medios’ a escala internacional con un mero experimento intra-universitario. Se expande su demanda como un virus lo hace en un cuerpo sin defensas. La red se colapsa, el 2004 deja paso al 2005 con las primeras felicitaciones navideñas en Facebook, una agenda virtual en aquel momento rudimentaria y desconocida. Al paso de los años las últimas noticias a pie de suceso y los fashion victims generan otro caldo de cultivo bacteriológico que poco tardará en expandirse: los blogs[2]
Esos diarios o bitácoras digitales casi no dejan bits libres sin recorrer.
En nuestra década actual ya hemos dejado atrás la red para subirnos a la nube[3]. Todo lo compartimos, todo lo ofertamos, todo lo enseñamos, lo que hacemos, lo que decimos, lo que queremos, lo que exigimos, y en medio de esta marabunta ‘pixeliana[4]’ diferentes profesionales encontramos una herramienta para poder hacer nuestra profesión tal y cómo lo queremos hacer. Empieza una era digital para la enfermería del s.XXI. Estoy convencida de que si Florence Nigtinghale [5] levantase la cabeza, en lugar de una lámpara llevaría una tablet[6] en sus manos, con una app en forma de vela… es que lo estoy viendo.
Que la tecnología se ha puesto al alcance de nuestras manos y debemos aprovecharla es un hecho más que evidente.
El trabajo de campo es arduo, complicado y nos deja muy poco tiempo para la investigación, ya no digamos si además nos amplían el horario de trabajo semanal. Por eso somo cientos ( en España, miles en el resto del mundo) los profesionales de enfermería que nos hemos subido al carro de trabajar duro pero ahorrando tiempo. Ahora podemos trabajar desde casa, on line, con los compañeros abriendo grupos de trabajo en las redes sociales, donde compartimos nuestras experiencias y nuestros trabajos. Porque ,al fin y al cabo, debemos comprender la ciencia como la suma de comunicación y colaboración. De este modo las redes sociales no solo sirven para hacer comentarios sobre el modelo que ha estrenado la última estrella de Hollywood, sino que es un campo extenso de investigación, estudio y divulgación de trabajo. Porque si en 1500 Twitts[7] aparece más de 300 veces las palabras gripe y antibióticos relacionadas, podemos entender que la sociedad confunde una enfermedad con el tratamiento para otra. Porque las campañas de mayor impacto salen de la generosidad del “share” de Facebook o de Youtube. Porque dos compañeras de profesión que viven a 3000 km de distancia pueden hacerse amigas y hacer proyectos juntas gracias a compartir ‘links’. Porque enfermería necesita plataformas digitales como Enfermería TV, Wikisanidad, etc... que difundan nuestro trabajo. Porque la enfermería ya no se practica en los centros de salud o en los hospitales exclusivamente, porque los médicos pueden consultar acerca de un posible diagnóstico o del tratamiento más acertado con colegas que estén a decenas de miles de kilómetros de distancia, porque puedes tener una base de datos enorme en un dispositivo que no supera el tamaño de la palma de tu mano. Porque llevo los diagnósticos de enfermería de la NANDA en una app de mi ‘smartphone’. Porque el ‘in situ’ se hace cada vez más necesario, porque es mucho más que edificante estar a un click de compañeros que te pueden guiar en tu trabajo. Por todo ello y por muchas más cosas que a buen seguro se me quedan en el tintero, la enfermería del s.XXI necesita comunicarse y colaborar con la sociedad, porque la enfermería basada en la evidencia no es el futuro sino que ya es el presente. Estamos, entre todos, fabricando, construyendo, levantando una nueva enfermería con nuevas motivaciones, lo estamos haciendo con recursos de antaño revestidos de tecnología. Ánimo, no dejéis pasar esta oportunidad, todo lleva su tiempo de aprendizaje, pero ¿qué otro aliciente tenemos si no es el seguir aprendiendo todos los días?
[8]No cabe ninguna duda a día de hoy y hablando de los que aprenden, que nuestros jóvenes compañeros en la Facultad ya están siendo bombardeados con nuevos recursos docentes que no deben sustituir a los viejos pero sí acompañarlos y complementarlos.
No obstante estamos ante lo evidente y es que tanto el uso como el apoyo de las nuevas tecnologías on-line para el aprendizaje en enfermería es una realidad inminente.
[1] "Tecnologías de la información y la comunicación - Wikipedia, la ..." 2006. 20 Oct. 2013 <http://es.wikipedia.org/wiki/Tecnolog%C3%ADas_de_la_informaci%C3%B3n_y_la_comunicaci%C3%B3n>
[2] "Blog - Wikipedia, la enciclopedia libre." 2003. 20 Oct. 2013 <http://es.wikipedia.org/wiki/Blog>
[3] "Computación en la nube - Wikipedia, la enciclopedia libre." 2011. 20 Oct. 2013 <http://es.wikipedia.org/wiki/Computaci%C3%B3n_en_la_nube>
[4] "Píxel - Wikipedia, la enciclopedia libre." 2004. 20 Oct. 2013 <http://es.wikipedia.org/wiki/P%C3%ADxel>
[5] "Florence Nightingale - Wikipedia, la enciclopedia libre." 2004. 20 Oct. 2013 <http://es.wikipedia.org/wiki/Florence_Nightingale>
[6] "Tableta (computadora) - Wikipedia, la enciclopedia libre." 2013. 20 Oct. 2013 <http://es.wikipedia.org/wiki/Tableta_(computadora)>
[7] "Nuevas melodías para la investigación en cuidados - Enfermeria ..." 2013. 20 Oct. 2013 <http://ebevidencia.com/archivos/696>
[8] Fernandez Aleman, José Luis, and Juan Manuel Carrillo de Gea. "Una Revisión de la Enseñanza de la Enfermería basada en las TIC." RevistaeSalud. com 6.22 (2010).