George "The descendant" Clooney
The artist vs. The descendants. Dado que en los Globos de Oro las categorías de drama y comedia están separadas, los principales galardones parecían claros. Este año no parece haber ninguna producción de alto presupuesto que pueda hacerle sombra al modesto pero contundente drama dirigido por Alexander Payne (ni el drama clásico War horse, de Steven Spielberg, ni la habitual celebración del esfuerzo humano deportivo representada por Moneyball, ni siquiera el previsible recordatorio antirracista de The help (Criadas y señoras) parecen tener el suficiente respaldo de cara a los premios). Y en el lado cómico, la simpatía que provoca The artist lo tiene más que claro. Pero, ¿qué ocurrirá cuando tengan que competir en la misma categoría? Esa puede ser una de las grandes incógnitas de los Oscar de este año. ¿Triunfará el homenaje al Hollywood clásico o la lectura pesimista de un fracasado?The artist vs. Hugo. Otra de las preguntas que nos han provocado estos Globos de Oro, y que posiblemente nadie se planteaba hasta ahora, ha surgido tras el premio concedido a Martin Scorsese. Porque Hugo habla de la infancia, pero también rinde pleitesía al mundo del cine. Curiosamente, The artist es una producción francesa que reverencia al cine de Hollywood, mientras que Hugo es una película norteamericana que nos traslada a la magia del cine del francés Georges Méliès. De cara a los Oscar, ésta última podría ser una competidora más fuerte de lo que parece.
Meryl Streep vs. sus gafas. Meryl Streep nos gusta hasta cuando miente como una bellaca. Esa sorpresa al recoger un premio que estaba cantado tendrá que superarla en la ceremonia de los Oscar, sin duda. Su Margaret Thatcher es perfecta, y sin duda éste va a ser su año. Una lástima para Glenn Close que, a pesar de su notable esfuerzo (y espléndido trabajo de contención expresiva) y de un maquillaje algo infame en Albert Nobbs, va a tenerlo muy difícil en los Oscar. La película es un bluff, pero ella está espléndida. ¿No hay premios ex-aequos?"The artist" Uggie
Milú vs. Uggie. Poco podría imaginar Steven Spielberg que el mismo año que realiza Las aventuras de Tintín (incontestable Globo de Oro y muy probable Oscar a Mejor Película de Animación, porque muchos competidores no tiene (al margen de la española Arrugas si se acaba colando merecidamente entre las finalistas)), al perro de su aventurero protagonista, el conocido Milú, le iba a acabar haciendo sombra otro perro, Uggie, que interpreta al terrier acompañante del actor de la película The artist. Con su propio perfil en twitter (@Uggie_TheArtist), en el que se pide su nominación al Oscar como mejor actor, Uggie es un perro-estrella que ha intervenido en otras películas como Agua para elefantes (2011), y puede que también acabe haciendo su aparición en algún momento de la ceremonia de los Oscar.Kim Novak vs. Ludovic Bource. Aunque hace una semana la actriz Kim Novak lanzaba una incomprensible crítica a la utilización de la música de Bernard Herrmann para Vértigo en una de las escenas más destacadas de The artist, lo cierto es que la diatriba se ha quedado en poca cosa, debido en buena parte a su sinsentido. Pero algunos temían que acabara jugando en contra de la nominación del compositor Ludovic Bource, impecable trabajo que ha merecido el premio de la crítica extranjera. Al uso del tema de amor de Vértigo se le puede achacar, como mucho, su condición tramposa, tratándose de un supuesto homenaje al cine mudo. Pero la película en su conjunto juega a ese anacronismo constante y a ese carácter tramposo que la hace venderse como una referencia a los clásicos mudos y sin embargo ser en realidad un homenaje al cine sonoro de los años cuarenta y cincuenta.
Irán vs. España (¿o EE.UU.)? Hasta Pedro Almodóvar sabía que lo tenía muy difícil en la ceremonia de los Globos de Oro. Porque la iraní Nader y Samin. Una separación es uno de esos títulos de gran calado que, tras lograr el Oso de Oro en Berlín, se ha consolidado como uno de los retratos más certeros de la esquizofrénica sociedad iraní. Pero, ¿darán alas los académicos de Hollywood a una producción iraní en un momento de difícil relación entre Obama y Ahmadineyad? Quizás eso pueda jugar a favor de La piel que habito en los Oscar (tras su muy probable nominación); pero quizás también en detrimento de Irán terminen premiando el esfuerzo de Angelina Jolie como directora en In the land of blood and honey. Al menos siempre nos quedará un consuelo con Woody Allen y su producción "española" Medianoche en París.
Claire Danes / Damian Lewis
Juego de tronos vs. Homeland. En el terreno televisivo era una elección difícil la que había en juego, teniendo en cuenta la calidad de dos producciones que se han convertido en lo más atractivo de la temporada (con permiso de The killing). La primera tiene la valentía de poner en marcha una gran producción para televisión que consigue hacernos olvidar pronto sus coincidencias con El señor de los anillos. La segunda es una arriesgada mirada a la posición norteamericana frente al terrorismo, y quizás una de las propuestas más inteligentes, que sin abandonar cierto carácter patriótico, es capaz de poner en duda a un mismísimo marine desde el capítulo uno. Basada en una serie israelí, ha sabido adaptarse con soltura a otro tipo de guerra oculta. Son incuestionables los premios a Peter Dinklage (Juego de tronos) y Claire Danes (Homeland), que va camino de convertirse en una de las actrices más apasionantes del panorama televisivo (el año pasado nos sorprendió con la tv-movie Temple Gradin, por la que tambien obtuvo un Globo de Oro).Jessica "Horror" Lange
Boss vs. Horror. Aunque algunos comentaristas, seguramente por no haberla visto, tomaron como una gran sorpresa el premio a Kelsey Gramer frente a, por ejemplo, Brian Cranston (siempre magnífico en Breaking bad), lo cierto es que su papel en Boss le va a dar más de una satisfacción. Kelsey Gramer incorpora a un alcalde con una enfermedad degenerativa, maquiavélico, hijoputa y patético, que le ha devuelto su condición de gran actor. Lo que no estaba tan claro es que la crítica se atreviera a premiar a la propuesta más arriesgada del año (y la más psicótica, todo sea dicho): American Horror Story. Menos mal que al menos estaba Jessica Lange (que probablemente no participe en la segunda temporada) para recoger un merecido Globo de Oro, aunque solo sea por tener los ovarios de enfrentarse a un personaje como el que hace en la serie. Downton Abbey vs. Miniseries. Que a Downton Abbey, con sus nueve capítulos en su segunda temporada, se la siga considerando una miniserie, es algo que no entendemos. Pero bueno, al menos así lo tenía más fácil para llevarse el Globo de Oro, aunque nos hubiera gustado mayor protagonismo para Mildred Pierce, la miniserie más emocionante de la temporada. Al menos Kate Winslet, otra de esas grandes divas de la interpretación (doblemente nominada, también por Un dios salvaje), se llevó un merecido Globo de Oro que se suma al Emmy que ya consiguió.¿Ricky Gervais?
Ricky Gervais vs. Ricky Gervais. ¿Dónde estaba Rcky Gervais este año? Es más, ¿dónde estás Ricky Gervais? Porque a pesar de anunciar que iba a twittear durante la ceremonia (como hizo como un poseso James Franco en la de los Oscar), no se le ha vuelto a leer nada desde que entró en la gala. También es cierto que, mientras se le criticó que el año pasado se pasara tres pueblos en sus intervenciones, ahora se le pedía más. Y eso podía ser injusto. Pero también es verdad que la propia Asociación de Críticos y el mismo Gervais estuvieron alimentando durante las últimas semanas su "amenazadora" presentación. ¿Y tanto cuerno de diablo para ésto? Aunque hubo algún momento brillante, en general el Ricky Gervais de esta ceremonia fue como el Ricky Gervais cuando deja la televisión y hace cine: soso, domesticado, como queriendo agradar a todos. Él fue su principal enemigo. Ricky Gervais vs. Sofía Vergara. La colombiana se quedó sin premio, pero la serie Modern family logró el Globo de Oro a Mejor Comedia y ella acabó eclipsando, no solo a sus compañeros de reparto, sino incluso a un Ricky Gervais al que le cayó de pleno la furia "latina" después de su broma sobre el inglés de Antonio Banderas y Salma Hayek (que tampoco era para rasgarse las vestiduras, la verdad). Por lo menos tenemos que agradecer a la descarada broma de Ricky Gervais que por un momento pareciera aquello la ceremonia de los Grammy latinos en vez de la de los Globos de Oro, y acabara sonando español más de lo que estaba previsto.