Revista Cultura y Ocio
"Por extraño que pueda parecer, el abuelo de Martin de apellido Edelweiss era suizo: un suizo robusto de bigote frondoso que en la década de 1860 había sido tutor de los hijos de un terrateniente de San Petersburgo apellidado Indrikov, y se había casado con su hija menor."
Con motivo del cuarenta aniversario en 2017 de la muerte de Vladimir Nabokov, Anagrama plantea recuperar en la Biblioteca Nabokov el nombre del autor más allá de Lolita o Pálido Fuego, destacando por ejemplo, la preciosa Agenda literariapara este 2018. Uno de los títulos de reciente aparición en dicha biblioteca es este que hoy traigo a mi estantería virtual. Se trata de Gloria.
Conocemos a Martin Edelweiss que huye de Rusia junto a su madre antes de la Primera Guerra Mundial. Su vida en Rusia fue cómoda hasta ese momento. Su huida les lleva a atravesar distintas fronteras hasta, finalmente, Suiza, donde Martin es testigo del primer choque cultural. Finalmente, Martin es enviado junto a la familia Zilanov a Londres y matriculado en Cambridge. Alumno capaz, dotado para los deportes y atraído por la literatura rusa, no puede evitar enamorarse de Sonia, la hija de la familia Zilanov fraguando además en esta época, una gran amistad con un británico de nombre Darwin y aficiones literarias. Martin se empeña en buscar una proeza que le de la gloria y además, impresione a Sonia. En una última, su empeño se centra en volver a Rusia.
Gloria fue escrita a principios de los años 30 en ruso y traducida por el propio Nabokov junto a su hijo en los 70. Y es que se sabe que Nabokov escribió al menos en tres lenguas principales: francés, ruso y angloamericano, pero que llegó a manejarse hasta en doce diferentes. Esto hace que sus libros oculten juegos de palabras, acrósticos, palíndromos, ritmos y guiños basando en la propia sonoridad de algunos nombres... y, por supuesto, conocerlos lleva la lectura de cualquiera de sus obras, a un nivel totalmente diferente y, en mi caso, absolutamente sorprendente.
Gloria llevó como título original Podvig, hazaña, proeza, pero entiendo que el título en castellano se refiere también al sentimiento de orgullo que uno tiene tras conseguir dicha proeza. Orgullo que en este caso, tal vez le lleve a los brazos de la mujer a la que quiere impresionar. Y es que en esta historia ya aparecen algunos de los temas recurrentes en Nabokov, los emigrantes, la nostalgia, el amor, la frustración... todos ellos son ingredientes indispensables en esta novela, incluso siendo de sus primeras obras. Pero Gloria es sobre todo una novela de esas llamadas de crecimiento, bildungsroman que dice la crítica especializada porque se ve que es más preciso ponerlo en una sola palabra.
La novela, que goza de una prosa magnífica y también de el sentido del humor tan característico de Nabokov tiene escenas magníficas, como la que se produce en un precipicio y está relacionada con el apellido del protagonista, y un final de esos propios de quien la firma, que, si bien nos va dirigiendo a él desde aproximadamente la mitad de la novela, pareciera que nos hace, además, encargados de ser nosotros los que cerremos la puerta. Y aún así no podemos quejarnos ya que las reflexiones de Darwin durante el camino son fantásticas. Martin es un protagonista sólido que se debate entre las opciones que uno tiene cuando se sabe presa de una obsesión, en este caso por Sonia. A él le llevan a un peligroso viaje, pero hubiera podido ser cualquier otra cosa. Sonia, la musa no siempre musa, no siempre buena, y Darwin, el fiel amigo, son los protagonistas principales de una historia salpicada por otros muchos en la que cada personaje cumple la función precisa que le fue asignada.
Me ha gustado Gloria. Y creo que esta colección es una gran oportunidad para conocer a Nabokov más allá de Lolita. Una oportunidad para evitar que se convierta en uno de esos escritores de una única novela para la gran mayoría de los lectores.
Y vosotros, ¿también creéis que hay escritores que quedan eclipsados bajo el peso de un único título de su creación?
Gracias.