Ayer Canonical lanzaba la bomba. A falta de unos pocos días para la liberación de Ubuntu 17.04 Canonical acaba de anunciar que abandona el desarrollo de Unity, el entorno por defecto que acompaña a Ubuntu desde 2011 y que tantas alegrías nos ha dado. En su momento Canonical decidió apostar por el desarrollo de su propio entorno de escritorio porque veía en el desarrollo de GNOME, en donde colaboraba activamente, un enorme escollo en su visión de lo que sería el escritorio del futuro. Para desmarcarse de otras distribuciones similares y avanzar hacia la integración convergente entre dispositivos de escritorio y móviles.
En 2010 su anuncio trajo consigo algún revuelo. En lo personal el cambio no me gustó inicialmente nada pero también debo reconocer que con las sucesivas versiones, las promesas de lo que estaría por llegar en su versión 8 y el tener la oportunidad de probar dispositivos con Ubuntu para móviles (¡gracias BQ!), llegué a tomarle especial cariño.
Pero Canonical no es Microsoft, ni tampoco es Apple y aunque ha tratado de hacer las cosas bien poderoso es don dinero (la pela es la pela) y Mark Shuttleworth anunció ayer que Canonical abandona el desarrollo de Unity 8 y con él su adiós definitivo a los escritorios convergentes. No sé cómo se habrá tomado esto los diferentes socios de Canonical, en especial BQ y Meizu, que habían apostado por la solución de Canonical, y los usuarios de dispositivos con Ubuntu Phone…
¿Y qué pasará ahora? Ubuntu vuelve a GNOME y a partir de Ubuntu 18.04 estará presente por defecto en nuestras instalaciones (salvo que elijamos otro de sus sabores disponibles). Eso sí, Canonical mantiene su compromiso por ofrecernos la mejor experiencia de escritorio posible y anuncia que su mira se pone ahora en la nube. ¿Qué futuro estará por venir?
Nota: Por cierto. Hablando de código abierto. Ubuntizando ha sido nominado a los premios Open Awards 2017 como mejor Blog. Hoy finalizan las votaciones. ¿Nos ayudas con tu voto?