Gobernando Zapatero, 04-09-2006/ Políticos inmigrantes

España ha prosperado enormemente en la última década gracias a la barata mano de obra inmigrante, pero si usted recorre sus pueblos y ciudades diría que el país va para atrás con tanta corrupción urbanística, desastroso mantenimiento de los lugares públicos y falta de higiene en calles y personas. Con la anuencia de la mayoría de los políticos españoles, no importa su partido, nunca el feísmo fue mas feo, la especulación más especuladora, ni el paisanaje destruyó tanto el paisaje. Este país de nuevos ricos recuerda a una república bananera, con sus ranchitos anárquicos, las radios a todo volumen, la gente semidesnuda, y todo género de basuras y desechos por las calles. Por el contrario, vaya usted a Dinamarca, Suecia o Noruega. Democracias ejemplares. Calles limpias, casas cuidadas y de estética integrada en el medio, la gente recoge sus basuras, se respeta a si misma. Cuando se conocen esos países se piensa que España, con sus características físicas y climáticas, sería un paraíso si estuviera poblada por nórdicos con sus características iniciativa, honradez e higiene. Habría que traerlos como inmigrantes políticos y dejarse colonizar por ellos para enmendar el error, el inmenso error, de rechazar en el medioevo a sus antepasados vikingos. Ante el problema de que no todos los nórdicos van a abandonar sus países, podríamos obtener un resultado parecido importando a sus cuadros para que gestionen importantes actividades en España. Alcaldes, diputados, subsecretarios y, más adelante, presidentas de Gobierno. Gente frugal, trabajadora, dedicada, ahorradora, que viaja en vehículos públicos. El nuevo Partido de los Ciudadanos, inicialmente Ciudadanos de Cataluña, debería fichar a candidatos norteuropeos y ofrecerles presentarse en listas que les hiciera atractivo vivir aquí, no sólo en verano. Daría el golpe con gente de eficacia tan probada.

via cronicasbarbaras.blogs.com