Delegaciones de los gobiernos de Cuba y EEUU mantuvieron ayer en Washington D.C. un encuentro como parte de las conversaciones bianuales de migración que mantienen ambos países.
La reunión tuvo como objeto la revisión del cumplimiento de los acuerdos migratorios firmados entre ambas naciones en 1996.
De acuerdo a una nota de prensa emitida por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, la delegación cubana, expresó “su profunda preocupación por la persistencia de un manejo politizado del tema migratorio” refiriéndose a la Ley de Ajuste Cubano y “en particular, por la aplicación de la llamada política de “pies secos-pies mojados”, la cual confiere a los cubanos un tratamiento diferenciado y único en el mundo”.
La parte cubana expresó que esta política viola los acuerdos migratorios entre ambos países y constituye un estímulo a la “emigración ilegal, insegura y desordenada” y denunció que ciudadanos cubanos se convierten en víctimas de redes de traficantes de personas.
El comunicado explica también como la delegación estadounidense mantuvo que no van a realizarse cambios en la política migratoria hacia los nacionales cubanos.
Una portavoz del Departamento de Estado de los EEUU indicó que en la reunión pensaban analizar la lucha contra la trata de personas y buscar “soluciones para los migrantes que no tengan una argumentación válida para solicitar asilo, u otra base legal para permanecer en un país“.
El Departamento de Estado reconoció a su vez “el derecho soberano de los gobiernos a retornar a los migrantes que se encuentren en esas situaciones a su país de origen” aclarando que en todos los casos debe hacerse de manera segura y con dignidad.
En la reunión se trataron otros temas como la emisión de visas, el fraude de documentos y las comunicaciones entre los guardafronteras de Cuba y guardacostas de los EE.UU.
Redacción Yunaby Post