Y es que, antes de empezar las clases, todos los días, lo primerito es honrar la bandera cantando el himno. Da igual que tengas 5 años o 3. Ya luego si hay ganas nos ponemos con las letras y las sumas, que lo primero es lo primero.Que no es que me parezca mal, pero reconozco que lo del circo me dejó con la boca abierta. Con la boca abierta pero en pie con la mano en el pecho. Y al rato todos tan contentos viendo a los payasos y a los tigres, como si nada.

Y Currita no se queda atrás, que la última vez que volamos a España, mientras pasábamos el control de pasaportes en el aeropuerto, iba en su carrito entonando a grito pelao “¡¡¡God bless América!!!” No podía estar en mejor sitio porque todos los polis la miraban orgullosos riendo. ¡Así pasamos jamón y lo que haga falta!
La cosa es que a pesar de todo Currito ha forrado con pegatinas de la bandera de España todo lo que se le ha ocurrido, incluido coche, bicis, triciclo de Currita, la puerta de casa y si me apuras se pone una en la frente.
La picha hecha un lío, vamos.