God save de Drag

Como extensión y complemento de lo que escribíamos en el post anterior, a modo de consecuencia directa de la mayor tolerancia sexual que comentábamos allende nuestras fronteras, en Francia no son infrecuentes los encuentros urbanos de una guisa como la que pretende ilustrar la fotografía del encabezado, en la que destacaría la naturalidad con la que un transvestido pasea su elección, en una apacible tarde de verano.
En España, al igual que los expendedores automáticos de preservativos a los que nos habíamos referido, aunque salvando las lógicas distancias que me imponen el profundo respeto que siento por todos y cada uno de los determinantes humanos, los Transvestidos o Travestis, los Drags y demás manifestaciones del Cross-Dressing son todavía condiciones que florecen al amparo de determinados ambientes, las más de las veces nocturnos.
Para bien o para mal siempre fuimos el bastión del cristianismo europeo, más allá de las fronteras vaticanas...
Una mujer no se vestirá de varón y un varón no se pondrá ropa de mujer,y el que lo hace es una abominación a los ojos de Yahvé. (Deuteronomio 5 (22-5)