Goirigolzarri afirma que Bankia podría empezar a privatizarse entre 2014 y 2015

El presidente de Bankia, José Ignacio Gorigolzarri, el 28 de febrero de 2013 en Madrid.
(©AFP)

El banco español nacionalizado Bankia, que recibió 18.000 millones de euros de ayuda europea, podría empezar a privatizarse a partir de 2014 o 2015, afirmó este martes su presidente, José Ignacio Goirigolzarri.

“A mí me parece, me gustaría, que a partir del año 2014-2015 se viera realmente valor en Bankia y se empezara a hacer el proceso de privatización”, afirmó Goirigolzarri en un encuentro con empresarios y periodistas.

Nacido a finales de 2010 de la fusión de siete cajas de ahorro afectadas por el estallido de la burbuja inmobiliaria, Bankia anunció en mayo necesitar una recapitalización récord, de 19.000 millones de euros, que llevó a España a pedir una ayuda europea para el conjunto de su sector bancario.

Tras salir a Bolsa en julio de 2011 con un precio de 3,75 euros, su acción perdió más del 90% de su valor. Este martes al cierre se cotizaba a 30,4 céntimos de euro, una caída del 2,9% respecto a la víspera.

Goirigolzarri reconoció que, “vistos los resultados”, entrar en Bolsa fue un error.

En diciembre, el fondo español de reestructuración del sector bancario (FROB) estimó que Bankia presentaba una valoración negativa de 4.150 millones de euros y su matriz BFA de 10.400 millones de euros.

Aunque aún no se ha hecho ningún anuncio, numerosos analistas predicen que el próximo paso en la reestructuración del grupo conllevará fijar el valor de las acciones en 1 céntimo de euro. Esto provocaría la pérdida de casi el 100% de la inversión de los accionistas y de los propietarios de ‘participaciones preferentes’, la mayoría de ellos pequeños ahorradores que invirtieron en estos productos tóxicos.

Goirigolzarri aseguró que uno de sus objetivos es “conseguir buenas condiciones para los tenedores de preferentes”, pero recordó que Bruselas impuso “limitaciones” a Bankia en la conversión de sus instrumentos híbridos, como las preferentes.

El presidente de la entidad insistió en que a día de hoy Bankia está “perfectamente capitalizada” y es “un banco saneado, solvente y líquido”. Ahora, el reto del banco es “ser rentable”.

A cambio de la ayuda europea, el grupo debe emprender un drástico plan de reestructuración que implicará el despido de 4.500 trabajadores y el cierre de 1.120 sucursales.

La semana pasada, Bankia anunció unas pérdidas récord de 19.100 millones de euros en 2012, pero espera volver a obtener beneficios a partir del año próximo.