El horror que rodea al protagonista
Tras la derrota japonesa en la segunda guerra mundial, el excombatiente Kindaichi Kosuke se dirige a la isla de Gokumon-to para anunciar el fallecimiento de un camarada a su familia, y para cumplir con la promesa que le hizo a éste en su lecho de muerte, que le pidió acudiera a su casa, pues pensaba que un grave peligro amenaza la vida de sus hermanas.Encuentra que Gokumon-to, literalmente, la Isla de las Puertas del Infierno, es un pequeño islote poblado por descendientes de piratas y criminales en medio del mar Interior de Seto donde las relaciones son muy estrechas, y donde la violencia se ejerce sin excesivo problema. Nada más llegar se ve involucrado en una serie de muertes horribles, e impulsado por sus principios y la promesa dada tendrá que involucrarse para dar luz a unos misteriosos y terribles acontecimientos.Nos enfrentamos a una novela agobiante, por el horror que rodea al protagonista, tanto por los hechos a resolver, como por un cruento y fragoso ambiente físico, y fundamentalmente por la asfixiante atmósfera de una comunidad cerrada, llena de tensiones sociales y personales, que son resueltas mediante métodos realmente expeditivos, por la antigua tradición pirata y de gente que vive en una lucha continua por su supervivencia en un mar y una isla nada amistosos para los seres humanos.la desolación propiciada por la derrota militar japonesaEs de destacar el retrato del protagonista, Kindaichi Kosuke, un hombre que ha logrado sobrevivir a los horrores de la guerra del Pacífico, y que no sabe qué hacer con su vida, y que se ve arrojado al torbellino de una investigación criminal, que siente que le supera, y que le obligará a poner en riesgo su propia vida, pero que tiene el fuste de los héroes, que tras ser despojados de toda ilusión existencial, se reivindican en la lucha por la verdad y justicia, desde una postura nada elitista, sino siguiendo un principio agarrado a los más básicos principios de la vida.Como en otras novelas japonesas, la prosa es seca y caústica, aunque siempre sobrevuelan algunos elementos de carácter fantástico, que en esta novela son los menos, y que el protagonista deberá sortear para poder enfrentarse a los auténticos focos de la violencia y el crimen.Una historia apasionante que engancha desde su opresivo comienzo, y que nos lleva en un atribulado periplo por los complejos meandros de una sociedad aislada, que sufre además la desolación propiciada por la derrota militar japonesa, y que saca a la luz los más bajos instintos personales y sociales, en una comunidad que pese al momento histórico, parece más un campo de guerra entre señores feudales, que exigen fidelidad incondicional, y que no conocen más que la destrucción del enemigo como medio de resolver los conflictos.Una magnífica novela, todo un clásico en Japón, que nos permite asomarnos a la producción japonesa de novela criminal, que es rica y peculiar, y de cuyo autor ya tuvimos la fortuna hace años de leer El clan Inugami, que ya nos impactó por su fuerza e intensidad. Una novela que no hay que perderse.Quaterni, 2015Compra en Casa del Libro
José María Sánchez Pardo