La creatividad no siempre está sujeta a una idea que surge y se va transformando y trabajando poco a poco. A veces ese deseo, y también, en mi caso, la necesidad siempre imperiosa de crear, surge de pronto en la imaginación porque, por ejemplo, una noche con el cielo despejado miras hacia arriba y eres consciente de lo pequeño que te sientes, en un mundo inmenso, bajo un manto de estrellas relucientes.
Maxi collar con cuentas doradas y plateadas, grandes piezas de strass y estrellas doradas.
(En La Rosa de Alejandría, C/Pintor Sorolla 9, Valencia).