Revista Comunicación
Desde hace años el golf es considerado el deporte más ligado a los negocios. También es verdad que con el paso de los años ha perdido ese caracter exclusivo que tenía, y se supone que eso es mejor aún para el estrechamiento de lazos empresariales, o simples relaciones personales con los negocios de fondo.
Pero últimamente vemos resurgir nuevas modas en los deportes, y obviamente esto debería afectar a la práctica de otros. Es una cuestión de tiempo. Si hago running, salvo que tenga todo el tiempo del mundo, lo normal es que no haga golf y además padel. Y está claro que el running se ha puesto de moda. El motivo -a mi entender- es que llegada una edad y una situación de vida (laboral y personal), es el deporte más fácil de practicar.
Para correr no necesitas de 5 horas de tiempo (como para jugar al golf), ni necesitas cuadrar una agenda compuesta por ti mismo y otros tres jugadores (como cuando quieres jugar al padel). Además es un deporte barato y agradecido. Enseguida estás en forma y te das cuenta de tus progresos casi desde la primera semana. Tan solo necesitas de media a una hora de tiempo, unas zapatillas... y a la calle a liberar endorfinas.
Pero es un deporte eminentemente individual (obviamente se puede realizar en grupo, pero no se da para estar charlando durante tiempo, como en el golf), y eso hace que se pierda la esencia de las puras relaciones de negocios mientras se practica deporte. En eso el golf es casi un negocio con matices deportivos. Yo dejé de jugar al golf cuando nació mi hijo mayor... pero creo que volveré cuando tenga más tiempo,... aunque el lado business ya no importe demasiado.
De todos modos, si te gusta el golf, te recomiendo que te leas este artículo de Antonio Gómez Cava y que te pases por el Hotel Almenara, donde podrás disfrutar del Golf en su máxima esencia.