A inicios de febrero, periodistas enviados por Clarín fueron a Malvinas y entrevistaron a varios funcionarios. Entre ellos al encargado de Recursos Minerales en las islas, un breve extracto del video que incluye es el que sigue:Periodista: ¿cómo pueden asegurar un buen plan de conservación cuando hemos visto derrames como los de British Petroleum?Stephen Luxton: Obviamente, se refiere al derrame en el Golfo de México, pero aquí trabajamos con los estandares británicos del Mar del Norte que, como todo el mundo sabe, son los más seguros del mundo. Creemos que esos criterios servirán a nuestros propósitos.
La explotación submarina
En la misma nota se relatan las operaciones “de producción de crudo” “‘costas afuera’”, con los barcos-tanques en alta mar y con el crudo sin tocar las islas. Lo que buscamos es minimizar el impacto en la costa. Decididamente no queremos una refinería en las islas, sentenció Luxton en sus oficinas (Clarín, 9 febrero).
El funcionario no dice cómo hará para controlar los perjuicios al medio ambiente ni sus recursos para esa tarea. El derrame del Golfo de México puso al descubierto que el gobierno de Obama no tenía medios de control ni supervisión de la explotación submarina. “Fue el daño ecológico mas importante en la historia de las explotaciones submarinas, la filtración volcaba al mar 60 mil barriles de petróleo por día”. En las últimas semanas se ha producido un derrame colosal de la francesa Total en el Mar del Norte.
Durante noviembre pasado, otro derrame se produjo frente a Río de Janeiro, de la empresa Transocean, ahora contratada por Chevron. El derrame es de 3.000 barriles por día, “una pequeña fracción” de la pérdida del Golfo de México, “Pero el gobierno de Brasil ha reaccionado enérgicamente ante el derrame multando a Chevron y su contratista Transocean en 11.000 millones de dólares” (Financial Times, 18/3).
La producción de la plataforma se detuvo y 17 ejecutivos de Chevron, entre ellos su presidente, no pueden abandonar Brasil y enfrentan severos cargos, y la posibilidad de prisión. Las fanfarrias de los gigantescos yacimientos submarinos de Brasil, han quedado en el limbo. Un derrame sobre las playas de Copacabana sería un desastre “ecológico” que ‘Dilma’ no parece dispuesta a tolerar.
Mar del Norte
A mediados de marzo se incendió una plataforma submarina de Total que opera en Elgin, en el Mar del Norte, sus trabajadores fueron evacuados, y el derrame, en este caso de gas, se mantiene encendido, fuera de control y con posibilidades de explosión. Las acciones de Total en la Bolsa de París se hundieron. Está gastando un millón de dólares por día para responder a la pérdida, y “perdiendo 1,5 millones de dólares -o el equivalente a 60.000 barriles al día- en producción pérdida de su pozo de Elgin-Franklin, que representa el 2% de la producción total de la empresa” (Wall Street Journal, 28 marzo).
Pocos días después se informó que la pérdida asciende a 2,5 millones de dólares diarios (ídem, 2/4), lo que serían 100.000 barriles diarios superando en 50% el derrame del Golfo de México.
La conversión de las costas afuera de Malvinas entraña un colosal peligro ecológico para Argentina.
Oscar Cantón