Trouble with the Curve es el reverso de esa Moneyball del año pasado. Si la peli de Brad Pitt (muy superior a ésta) defendía las nuevas tecnologías aplicadas a béisbol, ésta defiende todo lo contrario: la antigua usanza. Pero bueno, el deporte es sólo una excusa sobre la que giran varias historias, demasiadas diría yo. Lo jodido es que la que menos importa (la comedia romántica) le quita demasiados minutos a las otras, entre ellas a la relación entre Eastwood y Amy Adams. La película es previsible hasta el dolor y tiene un guión tan cerradito, atado y happy que da hasta rabia. Estaríamos hablando de un telefilm de tarde si no fuera porque, maldita sea, Eastwood mola, divierte y está acompañado por la Adams, el gran John Goodman y el mítico T-1000.
Lo mejor: un reparto muy potente.
Lo peor: la ves venir desde el minuto 1.