Revista Opinión
Una de las personas que más aprecio, a pesar de que no tengo el gusto de conocerle personalmente, es el que desea que me dirija siempre a él como “camarada”.Hoy, mi camarada, inserta en mi blog, bajo el amparo de mi trabajo “Elogio de la desesperación, una nueva forma de la locura”, el siguiente comentario:“ Anónimo dijo...Sr Palazon. hay un escrito de Amadeo Martinez Ingles, en Insurgente.org, que me ha puesto los pelos de punta.Me gustaria saber que opina v. sobre esto.Gracias.Camarada.19 de diciembre de 2010 17:40".Ni que decir tiene que acudí a leer lo que me recomendaba mi buen amigo y creo conveniente insertar aquí el correspondiente enlace: http://www.insurgente.org/index.php?option=com_content&view=article&id=5629:el-regimen-se-tambalea-y-lo-peor-esta-por-venir&catid=139:es
La verdad, camarada, es que creo que me has puesto en un gran aprieto.Creo que ya sabes la extraordinaria importancia que doy a todos los trabajos que publico en este blog, hasta el punto de que he decidido a abandonar, ya, para siempre, dada mi edad, cualquier otro tipo de actividad.El problema que plantea el coronel Mz. Inglés es de una inusitada importancia. En realidad, lo que hace, con el artículo que tú me has recomendado, no es sino el anuncio de la posibilidad de lo que se ha dado en llamar un “golpe de Estado blando”.En la parte meramente expositiva de su trabajo, el coronel no dice nada que no sea cierto, la cuestión a considerar aquí, a la que tú me impeles tan preocupadamente, es la de si de los problemas que allí se plantean ha de deducirse necesariamente las consecuencias que él anuncia, a saber: A) “Porque, a lo peor, el Gobierno, este Gobierno, el Ejecutivo del señor Zapatero, el propio ZP, no es que no adelante las elecciones generales previstas para esa fecha como usted y su partido le piden machaconamente desde hace meses. No, no, es que puede verse tentado, inmerso como está en la vorágine del poder absoluto y militarizable, a posponerlas sine die. A retrasarlas todo lo que le dé la gana y convenga a sus intereses. Razones puede esgrimir las que quiera, a montones: Crisis, Europa, inestabilidad social, posibles desórdenes, conflictividad laboral, de cualquier otro tipo, necesidad de no abandonar el barco en medio de la tormenta… ¿Y como podría hacerlo? ¿Sería legal? Elemental, señor Rajoy. ¿Ha oído usted hablar de los estados de alarma, excepción y sitio que contempla nuestra Constitución? ¿Se pueden convocar elecciones mientras esté en vigor cualquiera de ellos? ¿Verdad que no? Pues elija uno de los tres, tal vez acierte con el que puede tener ya in mente el sibilino ZP. O su maquiavélico vicepresidente, el todopoderoso Rubalcaba”.
Vaya por delante que yo coincido totalmente con el coronel en que uno de los cánceres que padece nuestro país es el del Estado de las Autonomías, que no ha hecho sino multiplicar por 17 los gastos generales de la Administración del Estado. De hecho, hace ya aproximadamente un año, que yo expuse unas consideraciones semejantes en el chat de Saco.Mis cautelas, mis discrepancias se concretan en su diagnóstico final en cuanto a la solución del problema. No sólo no soy un especialista en Historia, como él sí que se titula, sino que tampoco he estudiado el devenir de los últimos acontecimientos sociopolíticos de nuestro país como parece que sí que lo ha hecho él.Las objeciones que yo le planteó al coronel son de índole estrictamente jurídica ya que, de no cumplirse las normas constitucionales que rigen los estados de alarma, de excepción y sitio, el Ejecutivo no es que tendría que forzar su pronunciamiento sino que, como anticipaba al principio, lo que haría es dar un golpe de Estado blando y no creo que un hombre como Zp, francamente, inicie nunca ese camino.Porque, excepto el 1º de tales estados extraordinarios, en el que la aprobación por el Congreso de los Diputados es posterior a su declaración por el Consejo de Ministros, en los otros 2, es precisamente el Congreso el que tiene que decretarlo junto a sus condiciones, por mayoría absoluta, y a propuesta del Gobierno, y es absolutamente imposible, en mi modesta opinión, que accediera a declararlo siendo así que echaría por tierra las aspiraciones del PP a hacerse con el ejecutivo y los votos de este partido suman casi la mitad de la Cámara.De modo que sólo cabe la posibilidad de que fuera el propio Gobierno de la nación el que produjera un golpe de Estado contra sí mismo, lo que a 1ª vista parece una auténtica aberración que, además, condenaría a la ignominia histórica para siempre a todos los que participaran en dicha lamentable aventura.Todo esto, sin siquiera referirnos a la muy probable eventualidad de que el Ejército se opusiera también a dicho pronunciamiento.Porque, no lo olvidemos, este país está incardinado en Europa, continente que no tiene nada que ver con el Sudamericano.