Dos días después de declarar la ley marcial, y en medio de una crisis política que ha causado 28 muertes en los últimos meses de protestas, el ejército tailandés dio un golpe de Estado y suspendió temporalmente la Constitución de su país.
El general Prayuth Chan-ocha anunció la toma del poder, al mismo tiempo que cientos de tropas detuvieron a Suthep Thaugsuban, líder de las protestas antigubernamentales de los últimos meses. Otros representantes del gobierno también están siendo retenidos por las fuerzas armadas.
“En el interés de la ley y el orden, asumimos los poderes. Por favor, permanezcan en calma y continúen con sus quehaceres diarios”, dijo este jueves en televisión el máximo responsable militar, quien prometió reformas políticas.
El anuncio se da luego de que fallaran las negociaciones en la segunda reunión entre representantes del gobierno, de la oposición y los líderes de las manifestaciones, para solucionar la crisis política.
Es el segundo Golpe de Estado en Tailandia la última década. En 2006 fue derrocado Thaksin Shinawatra. Desde que el país se convirtió una monarquía constitucional, en 1932, el ejército ha tomado el poder en 12 ocasiones.
Los “camisas rojas”, liderados por Jatuporn Prompan, amenazaron con acrecentar las protestas en la capital, Bangkok, si el ejército tomaba el poder.