No voy a defender a Sánchez, un líder que no ha hecho sino saltar de pérdida en pérdida en las últimas elecciones y ha sido incapaz de encontrar la solución que tenía en sus manos. Sin embargo, la actuación golpista patrocinada por la baronía y la élite oligárquica del PSOE es escandalosa y antidemocrática.
Y no por mucho que se empeñen algunos medios de comunicación, lo que ha ocurrido en el partido socialista tiene que ver con el mismo partido, sino con la gobernabilidad de este país. Los que han dimitido buscando cambiar el rumbo del PSOE no lo han hecho por el bien de su partido. ¡Mentira! La razón es clara: no pueden soportar que el PSOE pacte con Unidos Podemos y prefieren sin ambages que su partido se abstenga para que pueda seguir gobernando Rajoy. Las otras razones son excusas.
Y sí, son excusas porque si la razón, que les ha llevado a cometer esta tropelía, fuera cambiar a Sánchez por haber perdido las elecciones, podrían haberlo hecho un poco antes, aparte de que ellos no quedan al margen de esa responsabilidad, puesto que con sus críticas abiertas y sus zancadillas a la dirección socialista han contribuido a las derrotas.
¿Por qué no le pidieron que dimitiera cuando fracasó en las últimas generales, en Junio? La razón es sencilla, entonces tenían la esperanza de que su partido se abstendría y de que el PP seguiría gobernando, lo que era su deseo. El hecho de que Sánchez haya persistido en el NO a Rajoy y la posibilidad de abrir otras posibilidades de gobierno es lo que les ha hecho rebelarse. Todo lo demás: accesorio. Y recordemos que Pedro Sánchez no ha hecho sino seguir literalmente el cumplimiento de lo que la ejecutiva federal le había encomendado: NO a Rajoy.
No quiero olvidar que Sánchez fue el primer candidato que el PSOE eligió en primarias, al que hoy, unos cuantos golpistas famosillos, quieren cargarse. Es difícil, por no decir imposible, comprender por qué no han dejado que fuera un congreso --donde votan todos los militantes socialistas— que ya había previsto el propio Sánchez, quien decidiera su futuro y el del partido, si no fuera porque los rebeldes temen perderlo. Parece lógico que sea la militancia, la que le eligió quien, si lo cree oportuno, se lo cargue, y no una panda de seudo-socialistas, acaudillados por Susana y Felipe, incapaces de entender lo que es la democracia directa.
Si Sánchez hubiera accedido a que se abstuvieran los socialistas, ¿alguien cree que hubiera surgido este levantamiento? Luego que da claro cuál ha sido el motivo.
Desgraciadamente, es posible que este ataque antidemocrático se lleve por delante las posibilidades que había de un posible gobierno de progreso. Es muy probable, hoy más que nunca, que estos seudo-socialistas consigan sus fines: que gobierne Rajoy. Eso es lo que quieren, y quién sabe por qué motivos ocultos.
Salud y República