Lo difícil ha sido elegir una canción que lo resuma todo, como un punto de inflexión entre los recuerdos y las emociones. El día 24 se fue Germán Coppini, un auténtico maestro para los que hemos crecido en plena época de la ruta del bakalao escuchando "frikadas" como Dylan, Golpes Bajos, Ciudad Jardín o Pixies.
Golpes Bajos fue un grupo breve, casi una anécdota en aquella mítica época de la edad dorada del pop español (una marca que ayudó a vender muchos discos, todo hay que decirlo). Fueron 3 años y 3 discos, diferentes, casi exóticos, que llamaban la atención por estar casi fuera de lugar. El primero (1983), un simple EP con 5 canciones, ya incluía los dos singles que les lanzarían al estrellato (o al menos a la tele y la radio): No mires a los ojos de la gente y Malos tiempos para la lírica. Un año después (1984) llegó el disco, por fin: A Santa Compaña. Un trabajo redondo, con Hansel y Gretel, Fiesta de los maniquíes o Cena Recalentada como golpes de efecto. Ah, y con aquella surrealista Colecciono Moscas... ¿que mas se puede pedir?
La despedida llegó en 1985, con otro trabajo menor (en cuanto a su duración): Devocionario. Desde el homenaje a Strauss y su Till Eulenspiegel (Travesuras de Till) a Ayes o La Virgen Loca con esa voz tan particular de Germán. Aunque Golpes Bajos no era sólo Germán, Teo Cardalda (conocido por su etapa en Complices), Pablo Novoa (después en La Marabunta, y últimamente con Iván Ferreiro) y Luis García (después con Ronaldos) cerraban el círculo.¿Qué hizo especial a Golpes Bajos? Ser diferentes, atreverse a hacer música fuera del estilo imperante, crear su propio estilo y desaparecer antes de acabar cansando, y todo en la misma época en la que La Unión o El Último de la Fila empezaban con su larga carrera. Lo decíamos al principio: lo difícil ha sido encontrar una canción. Pero hay una que destaca sobre las demás, ese tema que siempre llevabas encima, casi como un símbolo. La versión que traemos es la del disco del reencuentro de 1998 "Vivo" y la canción no podía ser otra: Escenas olvidadas.Nota: esto no tiene mucho que ver con la temática habitual del blog, pero a veces hay que dar rienda suelta a los impulsos, ¿no?