Después de su gran debut, Golpes Bajos edita en el 84 si primer y único Lp.
Poco podríamos imaginar que, sin ser drástico, sí hubo un cambio en la orientación de su música.
Los sonidos latinos entran a formar parte de su repertorio. Aunque me guste poco, la influencia de esos sonidos latinos están presentes en Galicia, ya que como tierra de emigrantes que fue, (y que vuelve a ser, los gellegos emigraron preferentemente a Sudamérica.
Que nadie me entienda mal, ni que lo considere como menosprecio.
Simplemente que como suele pasar, aquí lo que llegaba no era otra cosa que los ritmos pachangueros para fiestas, verbenas y, como no, para radiofórmulas. Vamos, la parte más penosa de un sonido que, sin ser una cosa que me apasione, hay gente importante. Además, en un continente tan inmenso, y con tantas culturas, no podemos ceñirnos a catalogar todo el sonido latino como uno.
Hecha esta apreciación, Golpes Bajos tomó parte de esta herencia sónica de Galicia, así como coger un tema tan gallego como a Santa Compaña. Por si todo esto fuera poco, en la portada, sales los cuatro vestidos como las abuelas de la Galicia más profunda.
Tampoco podemos obviar que otro sonido que se cuela en el disco es el italiano.
Come Prima lo deja claro, pero también en Cena Recalentada.
Tres joyas, que no són las únicas.
Fiesta de los maniquies o Hansen y Gretel mantienen aún el sonido de su primer disco. Pop electrónico de gran factura.
Colecciono Moscas y Escenas Olvidadas tiene esa toque de son latino que antes comentamos.
A Santa Compña refleja a la perfección la apreciación gallega sobre este "misterio", ya sabeis, aquí nadie cree pero "habelas ailas". Algo muy arraigado en la cultura popular de nuestro país.
Un cambio de sonido, no tan grande como puede parecer, pero un gran disco sin ningún tipo de dudas.
Las letras de Germán siguen siendo estupendas. Melancólicas, tristes y un tanto tétricas.
Vigo seguía estando en el frente sonoro estatal.