Gone Girl (Perdida)

Año: 2014.
Dirección: David Fincher.
Intérpretes: Ben Affleck, Rosamund Pike.
SinopsisPelícula basada en la famosa novela homónima de Gillian Flynn.
Nick Dunne (personaje interpretado por Ben Affleck) regresa un día a casa y no encuentra a su mujer, Amy (a quien da vida Rosamund Pike). En la casa se encuentran indicios de violencia y Nick decide llamar a la policía para comunicar la desaparición de su mujer.
Pronto se inicia una intensa búsqueda de Amy, levantando gran atención mediática. El trabajo policial, la presión de los medios y la extraña conducta de Nick, le colocan en el centro de las sospechas, y pronto comienzan las especulaciones sobre la posibilidad de que Nick haya acabado con la vida de su mujer.  Conforme avanza el caso, todo apunta hacia a él.
OpiniónHan transcurrido ya unos días desde que CDI se pudiese acercar a una sala de proyección para visionar el último trabajo de David Fincher, director de buenos títulos, algunos de ellos muy apreciados por este espacio de "incultura cinéfila". En este sentido siempre recordaremos obras como Seven, The Game, Fight Club o Zodiac, que tan buen sabor de boca nos dejaron. Otros títulos como The Social Network, Alien 3, The Curious Case of Benjamin Button o la versión que hizo de Millennium, The Girl with the Dragon Tattoo, si bien les reconocemos algunos méritos, no podemos decir que calasen tan hondo en nosotros. Con estos antecedentes, la presencia de un film dirigido por David en la cartelera, siempre será un reclamo para este espacio de ignorancia suprema. Así que, como no podía ser de otra forma, aprovechamos la Fiesta del Cine que tuvo lugar la semana pasada en España, para acercarnos a disfrutar de este trabajo.
Irrumpiendo ya en materia, hemos querido dejar pasar unos días para afrontar esta reseña de opinión y madurar con cierta distancia y tiempo las palabras que aquí os queremos dejar. Lo hemos hecho porque a la salida del cine estábamos completamente absortos por lo que acabábamos de contemplar. No podíamos dejar de pensar en la maravilla que nuestros ojos acababan de ver. No parábamos de repetir: "espectacular;  todo un ingenio de provocación hacia el espectador; te atrapa, te hace sumergirte hasta sus profundidades y no te deja moverte de la butaca ni un momento; simplemente genial". Todo ese maremoto de positivas sensaciones colmaban nuestros sentidos y nuestro entendimiento, así que por no pecar de entusiasta y de poco reflexivo, teníamos que dejar pasar unos días para acometer estas líneas.
Pasadas las horas y los días, las ideas se maduran. No obstante, aunque matizando alguna cuestión, los posos permanecen.
Las sensaciones que nos deja la cinta son las mismas que a la salida de sala. Nos parece una de las mejores cintas de nuestro tiempo y que hayamos visionado últimamente. Es una película que a pesar de su inicial ritmo pausado, se convierte en un producto totalmente inquietante, perturbador y provocador de cara al espectador. Sobre todo provocador. No te deja indiferente. Fincher maneja muy bien el tempo y sabe envolverlo con las notas musicales precisas (de esto hablaremos unas líneas más abajo), convirtiéndose en un coctel embriagador para el espectador; tanto, que no te deja desconectar de la historia ni un sólo minuto. Sabe ir de más a menos, culminando en la mismísima cúspide. Todavía se nos eriza el poco pelo que tenemos al recordarlo.
Reconocemos que es dura con el espectador. Sí, lo es. Te sentirás provocado, hasta casi herido por lo que acabas de presenciar. Pero desde aquí no podemos negar que engancha, atrae, atrapa y no deja ni un resquicio por el cual poder escapar. Incluso saliendo de la sala, sin más fotogramas que visionar, te sientes todavía dentro de la historia; jodido, amargado, pero dentro de ella. ¡Qué difícil es ver esto hoy en día en los típicos productos de la factoría cinematográfica americana!
Son el talento y la mano de Fincher los que convierten a la película en una experiencia fascinante y en un thriller hipnótico maravillosamente entretenido. Nunca desfallece y a pesar del extenso "minutaje", en ningún momento te desentiendes de lo que estás viendo. Se convierte en un buen ejercicio de conjunción entre director y material. En este punto y conforme vamos redactando estas líneas, nos entra la duda de si la cinta se convertiría en algo mejor si el genio del suspense hubiese puesto sus manos en ella y le hubiese conferido su famoso "toque Hitchcock"...difícil decirlo, imposible saberlo. Al menos, a nosotros ahora mismo, nos viene a la mente.
Si a historia y dirección le añadimos una brillante interpretación de su actriz protagonista, Rosamund Pike, y una acertadísima banda sonora original, obra de Trent Rentzor y Atticus Ross, el producto final se eleva a los altares de nuestra filmoteca más reciente. Rosamund Pike está soberbia (y cuidado aquí con el spoiler) en su rol de meticulosa mujer fatal, superando incluso a la mismísima Glenn Close en aquel inolvidable papel en Atracción Fatal.  Por su parte, Rentzor y Ross (quienes ya colaboraron anteriormente con Fincher en The Social Network, consiguiendo con ello un Óscar de la Academia) componen la música tan presente durante toda la película y cuyas notas le confieren esa atmósfera inquietante y de desasosiego que te mantienen en tensión; sin sobresaltos de ningún tipo, pero siempre nos mantiene expectantes.
Concluimos. Muy recomendable. Y si a pesar de Ben Affleck, le vamos a otorgar un notable alto, eso quiere decir que la cinta nos ha encantado. El pobre de Affleck no es santo de nuestra devoción, como bien saben, a pesar de todo lo bueno que nos hizo sentir con Argo. Aquí, en Perdida, es lo único que "nos chirría".
Por favor, NO SE LA PIERDAN.
Nota general: 8,0 sobre 10.
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