El autor transmite su amor por los animales en cada página de su obra
Gonzalo Giner. Fuente: Casa del libro
Por: Tania Baeza
¿Qué ofrece al lector Pacto de lealtad?
Una historia con la que descubrirá qué papel tuvieron nuestros perros durante la Guerra Civil y en qué sorprendentes planes estaban ocupados los nazis durante los años previos a la Segunda Guerra Mundial.
Sus novelas anteriores, El sanador de caballos y El jinete del silencio, estaban centradas en el mundo del caballo. En esta ocasión nos adentramos en el mundo canino. ¿Necesitaba cambiar de ambientación?
No he pretendido un cambio de ambientación, solo ofrecerle al lector una visión distinta de una guerra, la Civil, que he de reconocer ha sido muy tratada por la literatura, al explicar la contienda a través de los ojos de un perro e imaginar qué puede llegar a sentir y experimentar un animal cuando se encuentra frente a ella.
¿Qué otros cambios percibirán los lectores que conozcan toda su obra?
Un cambio fundamental es haber decidido que su protagonista principal sea una mujer, y el reto abordar el relato desde esa mentalidad femenina. Además, como la historia es más próxima en el tiempo que las anteriores, creo que es más fácil empatizar con sus personajes, con sus conflictos y problemas.
Centramos ahora la atención en Pacto de lealtad. ¿Qué le llevó a escribir esta novela?
Quería contar hasta dónde somos capaces los hombres cuando usamos a los animales para nuestros propios fines, no siempre muy dignos… La investigación sobre el uso de los canes en Alemania me dejó tan perplejo que me sentí empujado a contarlo.
Pese a ser una novela ambientada en la Guerra Civil, a diferencia de otros escritores, usted no se posiciona en ninguno de los bandos. Al contrario, habla de la tercera España, la que sufrió las consecuencias del conflicto sin pertenecer a ningún bando. ¿Por que pensó en lo que podríamos definir como los olvidados por los escritores de novela histórica?
Era todo un reto. Alinearme con uno de los bandos era lo más fácil, sin embargo quise imaginar qué y cómo sintieron la guerra esa olvidada España; la que no era ni Bolchevique ni tampoco quería una nueva cruzada para salvar la patria. Estoy seguro de que la mayoría de los españoles que la vivieron estaban en esa tercera España, y nadie les ha dado protagonismo. En esta novela sí lo tienen.
El argumento cruza las historias de dos personajes. ¿Por qué eligió hacerlo así?
Porque en el eje de la narración subsisten tres historias que se cruzan; una mujer con un sueño difícil de conseguir para aquella época, ser veterinaria; un alemán atormentado por un encargo que odia, y un perro que solo desea sellar su pacto de lealtad con su dueña.
Y, ¿cómo es ponerse en la piel de un perro para saber que pensaría en determinadas situaciones?
Soy veterinario y trabajo a diario con animales, sobre todo con grandes animales. Pero también tengo un perro, y si hay algo que profesionalmente me apasiona es comprender el comportamiento animal, entenderles. Reconozco que tengo una ventana privilegiada donde puedo mirar todos los días, para luego explicar a los que no la tienen qué siente y cómo siente un animal.
Un perro que, además, es lo qué se conoce como chucho. Esto crea un contraste con la obsesión nazi por las razas. ¿Buscaba conseguir algún efecto en el lector con ese contraste?
Desde luego. La obsesión por el valor de la raza hizo que los nazis creyeran que el pastor alemán era el mejor perro del mundo, el más inteligente y capaz, y eso les llevó a poner en marcha unos alucinantes planes para conseguir su multiplicación y adiestramiento masivo. Por ejemplo quisieron que actuara con una agresividad impropia de su naturaleza. Campeón, mi protagonista canino, es todo lo contrario. Es un vivo ejemplo de que la mezcla de la sangre mejora la capacidad de las especies… La pureza arrastra consecuencias mucho peores.
Portada de su nueva novela
Dediquemos unas preguntas a conocerle a usted. ¿Cómo llegó al mundo de la literatura?
Llegué a los libros de milagro porque no tenía ningún contacto en este mundo. Llegué sin aspiraciones dado que la primera novela la escribí como terapia, sin intención alguna de que se publicase, y me metí con mucha modestia… para aprender. Y en ello sigo.
Y, ¿adónde le gustaría llegar?
No te niego que lo que más me seduce es poder cautivar a muchos más lectores con las anteriores historias o las nuevas. También me encantaría publicar en inglés, y que alguna vez pudiera ver en cine una de mis novelas… Esos son mis sueños.
¿Cómo compagina su faceta de escritor con el resto: familiar, laboral, etc.?
Se compagina, pero no es fácil. Al trabajar a diario, solo me quedan las madrugadas para escribir y los fines de semana lo que significa restar horas a la familia, amigos, y al sueño… Pero te confieso que me gusta tanto escribir que no me importa tanto. Escribir es un ejercicio apasionante y te regala muchas compensaciones.
Usted ya tenía varias obras en el mercado cuando publicó Pacto de lealtad. ¿Fue más fácil conseguir el sí de una editorial que cuando publicó el primero?
Lo difícil es que te publiquen la primera novela. Después de que eso sucediera no me ha costado tanto, sobre todo porque las demás han tenido buenos resultados en el mercado. Reconozco que ahora está muy difícil para los novatos, como era yo, porque el mercado se ha endurecido, se vende menos, y las editoriales suelen apostar por los valores que entienden como más seguros. Es una pena…
Ahora un poco de futuro. ¿Está trabajando ya en su próxima obra? De ser así, ¿qué nos puede adelantar?
No he empezado todavía. Solo tengo una idea muy embrionaria que trato de que germine leyendo algunos trabajos técnicos sobre el eje de lo que tratará, si me termina de convencer. Como ves, no puedo contarte mucho, lo siento.
Portada de su novela anterior
También nos interesa conocerle como lector. ¿Qué tipo de historias le atraen?
Me encanta la novela histórica, leo a muchos de los autores que voy conociendo personalmente porque me interesarme aprender de ellos, saber cómo cuentan sus historias. Me gusta la novela de aventuras, las biografías, y las novelas clásicas pero sobre todo del siglo XX.
Y, para leer, ¿qué formato prefiere? ¿Por qué?
Sigo prefiriendo el papel, pero leo también digital. No tengo ningún inconveniente.
¿Tiene algún libro o autor de cabecera que relea?
Me encanta Stefan Zweig, Conan Doyle, Arturo Pérez Reverte, Julia Navarro, Delibes… Muchos…
Para acabar, ¿qué libro recomienda a nuestros lectores?
El último que he leído; El despertar de la señorita Prim de Natalia Sanmartín.