Ya sabes, típico que de lunes a viernes a tus hijos les cuesta todo el trabajo del mundo despertarse. He aquí la escena:
Son las 6:30 am. Abres la puerta con un “¡buenos díaaaas!”.
Nada.
Prendes la luz.
Nada.
Les haces masajito en la espalda.
Nada.
Los destapas y ahí ―medio más o menos― empiezan a reaccionar. Todos modorros, se salen de su camita y, arrastrando los pies, se obligan a empezar el día.
Pero que no sea sábado, domingo o vacaciones, porque entonces sí, son las 5:30 am y ya están armando la pista de carreras o haciendo una torre con los Mega Bloks.
―¡Niños! ¿Qué hacen? ¡Todavía es de noche!
―¡Claro que no, pa!
―¡Claro que sí!
―¿Cómo sabes?
Evidentemente, el hecho de que el reloj marque las 5:32 no significa nada para ellos:
―Pablo, mira el reloj…
―¡Por eso! Ya son las… ¿cincuenta y tres de la mañana? ¿O son las quinientas treinta y dos? ¿O las cinco mil trescientas…?
Da lo mismo. No entienden si es de día o es de noche. Después de todo, entre semana se despiertan los despertamos cuando todavía no ha salido el sol y se van los mandamos a dormir cuando todavía hay luz afuera, por lo que no me queda la menor duda de dónde proviene su confusión. Pero eso no importa. Lo importante aquí es cómo remediar esta situación:
―¿Qué hacemos? ¿Cómo le hacemos para que se queden en su cama hasta una hora prudente?
¡Ajá! Pues resulta que no somos los únicos papás que sufrimos con este tema. ¿Cómo lo sé? Porque alguien (que seguramente pasó por lo mismo) tuvo la grandiosa idea de inventar algo llamado Good Nite Lite.
Es una idea sencilla, pero genial. De entrada, parece la típica lamparita de noche… pero no lo es.
La imagen es la de una luna que de pronto se convierte en un sol. Así, tu hijo sabe que si está encendida la luna, todavía es de noche, pero si ya se prendió el sol, entonces sí ya puede salir de su cama.
Ahora, ¿a qué hora cambia la luna por el sol? ¡A la hora que tú lo decidas! Verás, esta lamparita viene con un timer que tú ajustas, según lo que tú consideres que es una hora decente para empezar el día. De igual forma, lo ajustas para indicarle a tu hijo que ya es la hora de dormir… ¡hola, señora luna!
Simplemente, genial.
Ahora sólo tienes que lograr que tus pingüicos entiendan el concepto: luna= quédate en la cama. Mucho más sencillo que intentar enseñarles el concepto del reloj y el tiempo (eso ya vendrá después).
Por fin. Good Nite Lite… la solución a todos mis problemas (ok, exagero), pero sí me va a hacer los fines de semana más llevaderos. ¡Gracias!