Las grandes multinacionales de todo el mundo ahorran cada año, de forma legal, millones de euros utilizando no sólo centros offshore, sino técnicas de ingeniería tributaria para su planificación fiscal. Sin embargo, el uso de estas estrategias llevadas al extremo y el no cumplimiento de la normativa y de las leyes en materia fiscal puede traer consecuencias muy graves. Y, si no, que se lo digan a Google.
Si una empresa está en proceso de internacionalización, una correcta planificación fiscal es crucial para su éxito. Una organización fiscal con estructuras offshore puede mejorar la competitividad internacional de la compañía. Foster Swiss, consultores expertos en fiscalidad internacional asesoran y desarrollan una correcta estrategia de planificación fiscal, legal, para que pueda optimizar el pago de impuestos.
Caso Google
El pasado martes, más de un centenar de funcionarios de Hacienda y agentes de la Brigada de Represión de la Gran Delincuencia Financiera, allanaron las oficinas del gigante informático Google en París por un presunto caso de fraude fiscal. La operación es fruto de una denuncia presentada por la Administración Fiscal francesa por posible evasión tributaria de 1.600 millones de euros.
La multinacional se enfrenta a los cargos de fraude fiscal agravado y blanqueo de fraude fiscal agravado de banda organizada. Se le atribuye también el uso de técnicas de ingeniería fiscal agresivas para reducir su factura tributaria.
La investigación está estudiando si Google Irlanda, país donde la firma americana tiene su sede para Europa, “dispone de un establecimiento estable en Francia y si, al no declarar una parte de su actividad efectuada en territorio francés, ha faltado a sus obligaciones fiscales”. Irlanda, con un Impuesto de Sociedades bajo, del 12%, suele ser el centro de operaciones elegido por la multinacional para operar en Europa.
Este nuevo presunto caso de delito fiscal pone en el punto de mira no sólo a Google, sino al resto de multinacionales que utilizan técnicas para realizar una planificación fiscal agresiva y de esta manera ahorrarse el pago de algunos tributos.
Recetas fiscales
Es de sabido por todos que en Europa existen agujeros fiscales por el que las grandes empresas aligeran sus obligaciones con las haciendas tributarias, como es el doble irlandés y el sándwich holandés. Se tratan de estrategias de optimización fiscal absolutamente legales no condenables casi en ningún país.
Se trata de optimizar las discrepancias e inconsistencias entre los sistemas fiscales nacionales de los distintos estados miembros para cambiar los beneficios a lugares de escasa tributación o aplicando precios de transferencia entre las filiales del grupo.
El doble irlandés permite a las empresas mover sus ganancias desde los países con alta tributación hacia los paraísos fiscales, mediante la transferencia de pagos de derechos de propiedad intelectual a una empresa en Irlanda, y luego a otra filial irlandesa registrada que sea residente fiscal en un país sin impuesto de Sociedades, como las Islas Bermudas. De esta manera, se puede reducir la tasa efectiva de algunos impuestos, en algunos casos hasta menos del 2%. Se trata de una práctica popular en los sectores tecnológicos y grupos farmacéuticos.
Una práctica aún más atractiva en combinación con el sándwich holandés, en el que la transferencia entre las dos empresas irlandesas se encamina entonces a través de otra filial en los Países Bajos para reducir aún más la cantidad de impuesto pagado, ya que aprovecha los convenios entre Holanda y sus antiguas colonias.
Para no pagar impuestos en Irlanda por los pocos beneficios que quedan, éstos se envían a la sociedad de Holanda, aprovechando que por estas operaciones tampoco se pagan impuestos, y de ahí se envían finalmente al segundo paraíso, pagando un impuesto irrisorio. El resultado es que Google, Ikea, Apple, entre otras grandes multinacionales sitúan la totalidad de sus beneficios en paraísos fiscales sin haber pagado casi ningún impuesto.
Estas técnicas llevadas al extremo derivan en complejos entramados societarios y fiscales, perseguidos por la ley y condenables por delito y fraude fiscal. Sin embargo, una correcta optimización fiscal realizada por consultores expertos en fiscalidad internacional, como Foster Swiss, que opera siempre bajo la normativa y legalidad vigente, le permite ahorrar tiempo y dinero en costosos trámites y procesos de planificación fiscal internacional.
Realizar una planificación fiscal internacional para reducir la carga tributaria no es ilegal y mucho menos caracteriza evasión, pero es indispensable cumplir con la normativa legal disponible para no tener sorpresas. No ponga en riesgo todo su proceso de internacionalización y consulte con nuestros asesores expertos.
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