Leo una entrevista al CFO de Google. Explica que su obsesión es mantener el espíritu y la cultura de una start-up. En ese sentido, por ejemplo, huyen de los formalismos y mantienen una organización lo más horizontal que pueden, promoviendo la transpariencia y la participación, evitan los presupuestos que limitan o la asignación de unidades de negocio que separan más que unir. Cada 3 meses revisan cómo van las cosas, y mantienen la máxima flexibilidad a pesar de su gran tamaño, lo que les permite reaccionar rápido cuando aparecen amenazas u oportunidades en el entorno enormemente cambiante en el que se mueven.
Toda una lección de gestión moderna,