Como no podía no ser noticia, esta semana volvemos con otro altercado legal producido por el producto Street View de la gigante Google. En esta ocasión el problema lo ha dado la recopilación de datos privados a través de redes Wifi y por el ya más que comentado Street View, que tomaba fotografías de la calle para darle realismo a su sistema de navegación que permite, entre otras cosas, seguir el recorrido de la calle viendo la misma calle en sí. No tardaron en aparecer denuncias de gente a la que se le había fotografiado en actividades poco lícitas, tanto como matriculas de coches, menores, robos y cualquier cosa que puedan imaginarse. En esta ocasión el gigante ha pedido disculpas y aceptado las consecuencias dado que si bien es cierto que esa información era recopilada, en ningún momento ha sido utilizada «de forma demostrada» para ningún fin publicitario o personal. Con la perdida del juicio Google tendrá que desembolsar 5,4 millones de dolares y la destrucción de todos los datos y fotografías tomadas entre el año 2008 y 2010 en varios estados de EEUU.
¿Será la permisión de este tipo de recopilación de datos la que nos llevará al famoso «Gran Hermano» del que hablaba Aldoux Huxley en su celebre obra «Un mundo feliz? ¿Será un paso para ser completamente vigilados en cualquier punto del planeta?