El programa de Google, Google Street View, en el que se pueden ver a pié de calle muchas ciudades del mundo, es todo un éxito pero no siempre fue un camino de rosas. Los coches que toman estas imágenes, muchas veces no pueden acceder a ciertos lugares por ser sitios muy estrechos, como pasa en los barrios antiguos de Roma, Londres o Barcelona, o bien porque no pueden pisarlos.
Lejos de resignarse crearon el Google Trike, un triciclo con tracción a sangre (humana) que puede recorrer y registrar esos pequeños rincones urbanos que quedaban ocultos a el Gran Ojo de Google. Gracias a esto ahora podemos disfrutar de lugares como Stonehenge, The Millennium Stadium o Loch Ness. Monstruito, te estamos vigilando.
//via: google.dirson