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Gordos y flacos

Publicado el 24 agosto 2014 por Lalomonsalve
GORDOS Y FLACOS (por Lalo Monsalve)
Las últimas noticias que tengo de El Chico del Niki Rojo son que le vieron, muy bien acompañado, degustando un delicioso bacalao rebozado en el restaurante De Lunch, de Volendam, cerca de Amsterdam, antes de embarcar en el yate de unos amigos, con destino a la isla de Marken.
Mi amigo no lo es de grandes festines y comidas pantagruélicas y se mantiene desde hace siglos en unos estupendos 70 kilos, son ligeras oscilaciones al alza de un par de ellos. Creo que es un peso ideal para él, que está lejos de parecerse a cualquier jugador de baloncesto.
Ríos de tinta han proliferado por todas partes haciéndose eco de los perjuicios que puede causar para la salud el sobrepeso y la mala alimentación. En ese sentido, miles y miles de publicaciones recomiendan dietas milagrosas, complementos alimenticios y vitamínicos, así como variados planes de ejercicio físico, aeróbico o no, destinados a combatir y destruir calorías sin cese ni tasa.
En mi opinión, lo mejor para adelgazar es trabajar el doble y comer la mitad, como decía un sabio anciano al que conocí hace años. También sugiero dejar de culpabilizar a la báscula de baño de la presencia de nuestros michelines. Es triste que una gruesa barriga impida a uno verse el miembro viril mientras orina, pero hay que asumir la propia responsabilidad que se deriva de esa lamentable situación.
Recomiendo coger una botella de plástico llena con 5 litros de agua y pesarla en nuestra báscula de baño. Si es digital, y la lectura refleja 5 kilos, el aparato no tiene culpa alguna de nuestra desgracia. Si, por el contrario, es analógica y tiene una ruedecita reguladora, en el supuesto de que no marque los 5 kilos sólo habrá que ajustarla y no tocarla en lo sucesivo. Una vez calibrada, ya no hay excusas que valgan.
Coman ustedes lo justo y apropiado, de manera equilibrada y sana, caminen al menos una hora diaria todos los días a la misma hora, haga frío o calor, y mantengan la mente despejada de prejuicios. Verán lo bien que les va y pronto recuperarán su peso ideal, sin necesidad de ser un atleta o deportista de élite.
Y lo más importante: gústense a ustedes mismos y no tanto a los demás. Todos tenemos derecho a nuestra propia imagen. Si eres gordo o flaco y lo llevas bien, pues tú mismo con tu mecanismo.


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