Bandas inexistentes ha habido unas cuantas en la historia del rock. Tenemos grupos que en realidad eran un montaje para un programa de televisión como The Monkees, quienes a partir de ahí sí que hicieron carrera y terminaron por ser una banda real con los años. También hubo grupos de dibujos animados mucho tiempo atrás. El mejor ejemplo, quizá, serían The Archies, creados precisamente para interpretar temas que The Monkees ya no querían por centrarse en sus propias canciones y rechazar las que otros componían para ellos.
Pese a los antecedentes, la aparición de Gorillaz en 2001 sorprendió a todo el mundo. Se trataba de una banda de dibujos con un look muy particular y una propuesta musical aún más insólita. El propio origen no era nada convencional porque surge cuando una estrella del pop/rock de los noventa como Damon Albarn, lider de una de las dos grandes bandas del “brit pop”: Blur, conoce al dibujante Jamie Hewlett. Ocurrió en 1990 cuando Albarn concedió una entrevista para la revista en la que se publicaba “Tank Girl”, la tira cómica que dibuja Hewlett en aquel entonces. Ambos comenzaron a tener más y más contacto hasta que se decidieron a compartir apartamento en 1997 en una época en la que los dos acababan de terminar sendas relaciones con sus respectivas parejas.
Fue allí donde surgió la idea de crear una banda virtual en la que los músicos serían dibujos animados creados por Hewlett que interpretarían canciones escritas por Albarn. Cada uno de los personajes tiene su propia personalidad y biografía ficticia que iría enriqueciendose con cada nuevos disco y gira de Gorillaz. La formación está integrada por Stuart Pot, alias “2-D” (cantante y teclista, además de avatar de Albarn el en grupo), Murdoc Niccals (bajo), la joven japonesa “Noodle” (guitarras) que después se reveló como única superviviente de un programa de supersoldados del gobierno japonés y Russel Hobbs (batería). De cara a los discos, cada nuevo proyecto de Gorillaz iba a contar con un gran número de músicos invitados (recordemos que Damon Albarn es el único miembro fijo de la banda que toca algún instrumento). Otra cosa serían los conciertos para los que se confeccionó un grupo relativamente estable que se parece más a una banda real con sus entradas y salidas de miembros aunque sin peso alguno en la parte creativa.
Aunque hubo un EP publicado en 2000, el debut en disco grande de Gorillaz fue en 2001 con el LP homónimo y lo hicieron con un tremendo éxito de la mano del single “Clint Eastwood” y de sus videoclips protagonizados por los dibujos de Hewlett. La música del grupo combinaba un poco de todo: pop, rock, música electrónica, hip-hop y hasta un toque de jazz. Una mezcla poco convencional que, sin embargo, triunfó casi de inmediato. En ese primer disco, los invitados fueron principalmente músicos de hip-hop aunque también hubo alguna presencia inesperada como la del cubano Ibrahim Ferrer. De ahi en adelante, la lista de colaboradores iba a convertirse en uno de los puntos fuertes de cada nuevo trabajo del invento de Damon Albarn. Así, en el segundo disco aparecían nombres como los de Neneh Cherry, De la Soul, Danger Mouse o Ike Turner y en el tercero los de Lou Reed, Snoop Dogg o Bobby Womack.
En 2010 aparecieron dos trabajos de la banda y desde entonces se hizo el silencio. Un silencio sólo aplicable a nuevos lanzamientos y canciones porque los rumores nunca cesaron alrededor de Gorillaz y de su futuro. Albarn continuó lanzando discos tanto con su propio nombre como con Blur hasta que poco después de publicar el último disco con ellos anunció que estaba pensando revivir a Gorillaz, probablemente para 2016. El anuncio convirtió a “Humanz”, que iba a ser el título del nuevo trabajo, en uno de los lanzamientos más esperados del año, situación que fue a más con los sucesivos aplazamientos que desplazaron su fecha de aparición en 2017. Antes de eso habían ido apareciendo imágenes en las redes sociales de Albarn y de la banda como un video en el que aparecía tocando en el estudio parisino de Jean Michel Jarre, quien, a la postre, sería uno de los participantes en el trabajo. Albarn y Jarre habían coincidido en enero en una entrega de premios de la revista GQ y hablaron entonces de una posible colaboración. Las fotos aparecidas entonces hicieron pensar en la participación de Albarn en el proyecto “Electronica” de Jarre cuyo segundo volumen aparecería en los meses siguientes pero poco después se hizo pública la lista de participantes en el mismo en la que no aparecía el líder de Blur. Más tarde se confirmaría que sería Jarre quien apareciera en el disco de Gorillaz que, de hecho, se grabó parcialmente en sus estudios privados.
“Humanz” se publicó el 28 de abril de 2017 y la lista de artistas invitados fue aún más impresionante que en ocasiones anteriores. Incluyó veinte cortes (varios de ellos, simples transiciones de apenas unos segundos) registrados en estudios de Londres, Nueva York, Jamaica, Chicago y París. De cara a los comentarios tomaremos la introducción y las transiciones como parte de las canciones a las que preceden.
Los miembros de Gorillaz
“Intro: I Switched My Robot Off / Ascension” - La primera canción del disco cuenta con la presencia del rapero Vince Staples quien canta de forma contundente un tema realmente potente con base electrónica y un estribillo repetitivo y machacón. Albarn canta en la parte final con una ligera distorsión casi para acabar con un tema lleno de energía.
“Strobelite” - El músico electrónico Peven Everett es el colaborador de un corte con un fuerte sabor ochentero, con ribetes de funk y soul y un aroma que recuerda a temas como “If I Was Your Girlfriend” de Prince por poner un ejemplo. Es una cancion no demasiado original pero cumple con su función.
“Saturn Barz” - Albarn se desplazó a Jamaica para grabar con el DJ y cantante Popcaan la siguiente canción del trabajo. Es un tema “trip-hop” en el que la voz aparece “autotuneada” en muchos momentos. La melodía electrónica que se escucha de cuando en cuando, el ritmo cadencioso y el diálogo entre Popcaan y el propio Albarn, que vuelve a cantar aquí, terminan por formar una canción de lo más interesante.
“Momentz” - La siguiente pieza es una de las más raras del disco. Las voces de De la Soul, los teclados de Jean Michel Jarre y el propio Albarn se mezclan en un tema desconcertante en el que una percusión avasalladora apenas deja espacio para nada más. Los juegos vocales, pese a todo, funcionan bien y la coda final, que recuerda en algo al “Enola Gay” de OMD mejora bastante el resultado final.
“Interlude: The Non Conformist Oath / Submission” - La voz de la cantante Kelela es lo mejor de este tema en el que también interviene el rapero Danny Brown. Quizá sea una de las canciones más convencionales del trabajo, al menos en su primera mitad. La segunda en la que aparece el rapeado es mucho más prescindible a nuestro juicio.
“Charger” - Probablemente la canción con el origen más extraño de todo el disco. Cuenta con la presencia de una leyenda como Grace Jones cuyo primer encuentro con Albarn no fue del todo amable. Más tarde limaron asperezas hasta llegar a esta colaboración en la que el músico británico hizo escuchar a Grace la base que tenía pensada para la canción. El resultado fue una larga sesión de varias horas en la que la música sonó en “loop” mientras Jones improvisaba con el texto. De todo aquel material, Albarn seleccionó unos tres minutos que son los que aparecen aquí. “Charger” es Una canción muy rara pero con una personalidad muy marcada.
“Interlude: Elevator Going Up / Andromeda” - El rapero D.R.A.M. Es el siguiente invitado del disco. Lo hace en una canción compleja que Albarn dedica a la fallecida madre de su pareja Suzi Winstanley, fallecida en aquellos días. El tema buscaba recrear el ambiente de dos canciones concretas: “Billy Jean” de Michael Jackson, de la que hereda el ritmo y “I Can't Go for That” de Hall & Oates de la que, aparte de la misma sección rítmica, rescata un cierto uso de los teclados para la parte melódica.
“Busted and Blue” - Llegamos a una de las pocas canciones sin estrella invitada (Kelela aparece de nuevo pero sólo para los coros). Es una balada muy lenta que tiene una producción muy sutil, llena de detalles que la hacen una de nuestras favoritas de todo el disco aunque lo cierto es que en muchos instantes parece prometer un giro que no llega a producirse que quizá le habría venido bien.
“Interlude: Talk Radio / Carnival” - El cantante “soul” Anthony Hamilton es el siguiente en aparecer en “Humanz” y lo hace en un tema en el que la electrónica tiene un peso muy importante en la producción relegando en muchos momentos su voz a un papel secundario. En cualquier caso, y pese a que en un primer momento fue una canción que nos pasó bastante desapercibida en el conjunto del disco, hoy nos resulta una de las más interesantes.
“Let Me Out” - Regresa el hip hop de la mano del cantante Pusha T cuya voz se combina con la de la legendaria Mavis Staples y la del propio Damon Albarn en una canción realmente inspirada que se cuenta entre las más brillantes del trabajo.
“Interlude: Penthouse / Sex Murder Party” - Hacen su aparición ahora el rapero Zebra Katz y el productor Jamie Principle para colaborar en un tema espectacular construido a partir de un ritmo monótono al que apenas se añaden algunos efectos electrónicos y un par de melodías de teclado muy difusas. Menos es mas en muchas ocasiones y esta es una de ellas. Hay algún fragmento que nos hace recordar un tema clásico de Kraftwerk como “Sex Object” y dada la coincidencia parcial en los títulos de ambas piezas, quizá no sea algo casual.
“She's My Collar” - La colombiana Kali Uchis comparte protagonismo con Albarn en esta animada canción en la que, sin inventar nada ni hacer ningún alarde de ningún tipo, ambos nos hacen disfrutar con un tema de muy buena factura.
“Interlude: The Elephant / Hallelujah Money” - Lo primero que pudimos escuchar de “Humanz” tres meses antes de la aparición del disco fue esta canción interpretada por Benjamin Clementine. Es un tema con gran carga política que apareció días antes de la toma de posesión de Donald Trump como presidente de los EE.UU. Pese a la expectativa que generó entonces, nos parece una de las canciones más prescindibles de todo el trabajo, quizá porque el estilo grandilocuente de Clementine no nos termina de llegar.
“We Got the Power” - Cierra el disco la que quizá haya sido la canción más comentada de “Humanz”, principalmente porque en ella participa Noel Gallagher, miembro de Oasis, la banda “rival” de Blur en los años noventa. Buena parte de la prensa musical tildó de acontecimiento la unión de Gallagher y Albarn aunque a la hora de la verdad es la energía desbordante de Jehnny Beth, vocalista de Savages la que monopoliza un tema que, por otra parte, fue el mejor recibido del disco en el momento de su salida. Además de Gallagher también participa en los teclados Jean Michel Jarre apareciendo ambos como intérpretes en la presentación del disco en el club londinense Prinworks durante una fiesta “secreta”.
Desde el momento en que aparecieron en escena, Gorillaz han contado con una buena acogida por parte de la prensa musical y “Humanz” no fue una excepción en este sentido. Pese a que Damon Albarn no termina de encajar en nuestros gustos, al menos desde un punto de vista formal, lo cierto es que es un músico tremendamente inquieto y abierto por lo que no sería extraño que volviese a aparecer por aquí en el futuro, ya sea para hablar de alguno de sus proyectos propios o de sus colaboraciones con otros artistas más cercanos a los estilos que tratamos habitualmente aquí.
Os dejamos con “We Got the Power” en su presentación en directo con Gallagher y Jean Michel Jarre, entre otros, en el escenario.