
SCARIFICATION (19 DE OCTUBRE) -AVISO SPOILERS-La serie de Batman de los años sesenta, protagonizada por Adam West, era una parodia pop de los cómics del hombre murciélago de la época. O quizás una adaptación súper fiel de aquellos inocentes tebeos que, al ser interpretada por actores reales, resultaba divertidamente ridícula. El tono camp, la violencia cartoon y las maldades inocuas de los villanos hacían de Batman una serie ideal para un público infantil. Casi 50 años después, la serie Gotham interpreta a sus personajes de una forma también caricaturesca: aquí Robin Lord Taylor dibuja a un Pingüino mucho más realista que el Burguess Meredith de aquella serie, pero sus muecas y su cojera siguen resultando sobreactuadas. La diferencia en Gotham es la violencia. La forma en que Oswald Cobblepot apalea a uno de sus secuaces cuando éste le da una mala noticia -los insertos del pobre criminal ensangrentado- no son aptos para un niño. Aunque en otro momento de este episodio, un criminal explota. Literalmente. Gotham es una serie para adultos (con niño interior).


