Revista Comunicación

Grace de Mónaco

Publicado el 10 julio 2015 por Universo De A @UniversodeA

“Grace Kelly sigue reinando en el cine… pero en sus películas” o “cómo hubiera sido la vida de Nicole Kidman, un poco en plan telefilme, si ella se hubiese casado con Alberto de Mónaco”

Sinopsis y ficha técnica

Título originalGrace of MonacoAño2014Duración103 min.País Francia DirectorOlivier DahanGuiónArash AmelFotografíaEric GautierRepartoNicole Kidman, Tim Roth, Milo Ventimiglia, Derek Jacobi, Parker Posey, Paz Vega, Frank Langella, Geraldine Somerville, Robert Lindsay, Roger Ashton-Griffiths, Flora Nicholson, Jeanne BalibarProductoraCoproducción Francia-USA-Bélgica-Italia; Stone Angels / YRF Entertainment / Film Fund LuxembourgGéneroDrama | Biográfico. Años 50. Años 60

Sinopsis: A los 33 años, Grace Kelly, una gran estrella de Hollywood, renunció a su carrera como actriz para casarse en 1956 con el príncipe Rainiero III y convertirse en Su Alteza Serenísima la Princesa Gracia de Mónaco. La historia se ambienta en plena crisis política y económica entre Francia y Mónaco, crisis en la que la actriz americana estuvo involucrada.

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Comentario previo

He tardado mucho en publicar esta crítica, pero es que cuando me puse a escribirla ya era demasiado tarde para el cine… así que quedará para el dvd, reestrenos y todo aquel que quiera saber sobre ella.

Esta fue otra de esas pocas películas que obtuvo seguimiento en Universo de A, con el habitual artículo previo en el que se iba rellenando y aumentando la información a medida que aparecía. Esto es algo sumamente excepcional, de hecho este año sólo se ha hecho con dos películas, esta y “Al encuentro de Mr Banks” (cuyo artículo se seguimiento fue este); es lógico, ambas tenían en común que trataban sobre la vida dos personajes que me apasionan (Grace Kelly de Mónaco y Walt Disney, respectivamente, a quienes, como se puede ver en los enlaces de los nombres, se les han dedicado extensos artículos aquí en Universo de A)… y también acabaron teniendo en común que ambos filmes resultaron más bien decepcionantes. Y no creo que se tratara tanto de la expectativa como de la calidad final de lo mostrado.

Del de la Princesa Grace ya ibamos teniendo datos no muy positivos, que tratamos de obviar: que si la Familia Principesca de los Grimaldi la veía como una cursilada (no obstante, tampoco parecía significar demasiado, al fin y al cabo, en esa casa lo que sobra es que tapar… por otro lado Nicole Kidman defendió la película con cierta lógica diciendo que ella también sería protectora con las cosas de su familia); pero luego la mala acogida en Cannes y las malas críticas una tras otra… no estaban pronosticando nada bueno.

En cualquier caso, mucho me temo que Grace Kelly de Mónaco, esa persona tan admirada aquí en Universo de A, tendrá que seguir esperando la película que le haga justicia, porque lo que es esta, como se va a explicar… va a ser que no.

Crítica

Es indudable que Grace Kelly es un personaje histórico interesantísimo, por muchísimos aspectos que se han analizado en este artículo sobre ella sobradamente; entre otros: una vida increíble más cercana a la leyenda y sobre todo al cuento de hadas que otra cosa; pero sin embargo marcada por la tragedia (su frase de “la idea de que mi vida es un cuento, es, en si misma, un cuento” es muy reveladora), las dificultades y la infelicidad; un destino grandioso a cambio de grandes dolores, haciendo realidad la cita de que nadie alcanza la grandeza sin un gran sufrimiento. En definitiva, su vida es fascinante para cualquier tipo de personaje (y en ella se hace realidad la idea de que la realidad siempre supera a la ficción): literario, cinematográfico, televisivo… etc; tiene todos los componentes para resultar interesante.

Desgraciadamente, esta película los desprecia totalmente y se empeña en creer lo contrario.

Al final resultó que la Familia Principesca de Mónaco tenía toda la razón del mundo e hicieron la mejor de las críticas antes de que el filme se estrenara, cuando la calificaron de ficción rosa, edulcorada, levemente basada en la realidad e innecesariamente glamourizada.

Y es que ya se ve en la historia que la película quiere introducir demasiadas cosas y no se centra en ninguna, es como si el guionista tuviese el permanente pánico de que la protagonista no resultase interesante, y decidiese meter acontecimientos históricos con calzador permanentemente (aunque no se correspondan con el momento real) y todo tipo de eventos medianamente ficticios para que la historia resulte más entretenida, todo ello acercándose, más al melodrama que al drama, y forzandolo todo de modo que, incluso teniendo muchas cosas base real, se pierde verosimilitud… pero en realidad, hay tal revuelto, tal desorden, tal caos en el guión, que no me extrañaría que pasase por varias manos y reescrituras continuas. Eso sí, conserva ese estilo europeo tan “artístico”.

Así pues, ya de primeras el guión falla estrepitosamente, porque en realidad, se niega en rotundo a contarnos la vida, la historia, o siquiera un fragmento de la existencia de Grace Kelly, prefiriendo convertir la película en una especie de filme sobre princesas.

¿Qué quiere decir esto? bueno, a estas alturas bien se podría hablar de un género regio, real (o subgénero, pero sería difícil encuadrar cual sería el género principal, puesto que este tipo de películas se pueden encuadrar en muchos otros géneros) o incluso, porque no decirlo, monárquico, que es ese tipo de películas que trata sobre la realeza y nos cuenta la dureza que hay detrás de la pompa y el boato, lo duro que puede resultar un cetro y lo aspero que llega a ser el armiño. Ese es la verdadera motivación y finalidad de la película, no contarnos la vida de Grace Kelly.

Por ello, los fans de esta, al principio nos desesperamos, porque pronto nos damos cuenta de que la película no va a ir sobre la actriz que se convirtió en Princesa; así que decidimos tomarla como lo que es, una película sobre princesas, y así uno se ahorra la frustración.

El problema es que ni siquiera consigue triunfar del todo en ese género, hay muchas películas de ese género muy buenas y desde luego mucho mejores (aunque no comparto lo que dijeron varios críticos de que es involuntariamente cómica), y es debido a lo comentado sobre el guión: el terror del guionista a que la protagonista no interese, le lleva a abrir tantas tramas argumentales que le cuesta cerrarlas y desde luego es incapaz de desarrollar ninguna como es debido, quedándose todo en una aceptable película sobre una Princesa en dificultades tratando de salvar su Principado… así que no encontramos nada que no hallamos visto.

El director, Olivier Dahan que nos enamoró a todos con “La vie en rose” (e hizo que nos enamoraramos de Marion Cotillard), fracasa estrepitosamente en esta ocasión, haciendo que nos preguntemos si sólo sonó la flauta con la película que le hizo famoso, como les ha pasado a tantos otros. Las críticas de que la cámara acosa en exceso a Kidman son verdad, esos primerísimos primeros planos son totalmente injustificados, excesivos y pesados… aunque la dirección, realmente, es muy europea. Por lo demás, la película es moderadamente entretenida, pero mucho me temo que le pasa lo mismo que al guión: está profundamente perdida, no sabe muy bien que hacer con la historia que tiene en las manos ni como llevarla a cabo, se le escapa totalmente de las manos sin remedio.

El apartado técnico es lo que más alabanzas puede recoger, pues irónicamente, son los que más buscan acercarse a los hechos históricos (cosa que los demás rechazaron): magníficas reproducciones de los vestidos y de las joyas (prestadas por los joyeros originales que las hicieron en su momento y que obligaron a Kidman a tener un guardian permanentemente detrás), y localizaciones bastante bien seleccionadas, hicieron que las primeras fotos que se vieron de la película dieran una muy buena impresión de lo que ibamos a ver y que las expectativas fuesen de lo más altas, se atisbaba mucha calidad… pero tantos medios para nada al final. Así pues, nos encontramos con una muy buena reproducción a nivel de imagen de como fue la vida de Grace Kelly como Princesa de Mónaco (también es lo único).

Sólo se puede criticar para mal la fotografía, tan europea y artísitica como inadecuada, difuminaciones constantes, contraluces, oscuros absurdos como si se tratara de un thriller de terror… un desastre. Otro técnico que está tan perdido como el resto del reparto.

En cuanto al reparto artístico, naturalmente, sin ningún tipo de guía, ni brújula en un proyecto que hace aguas por todas partes… se hunden con el barco.

Nicole Kidman recibió y erroneamente siguió el consejo de no imitar a Grace Kelly, ni tratar de ser ella… y efectivamente, no consigues ver a Grace de Mónaco en ningún momento (y la historia no ayuda a ello); entre el escaso parecido físico (Grace era mucho más ancha de facciones, por poner un ejemplo) y que Kidman parece limitarse a hacer de si misma (porque reconoces muchos gestos y detalles de otras películas que claramente son propios y personales), al final acabas viendo como sería la vida de Nicole Kidman si ella en vez de Grace Kelly se hubiera convertido en Princesa de un Mónaco más bien telefílmico (más que el auténtico, que ya es decir).

Así, Nicole Kidman, corre por los palacios, llora, se preocupa, se cae y se levanta, lucha incansablemente por todo y por nada (a veces no sabes muy bien las razones), porque ella es una Princesa maravillosa que va a salvar al mundo, o más. En definitiva, la superficial interpretación de Kidman convierte definitivamente a la película en una del género de Princesas, y no de las mejores.

Ninguno del resto del reparto hace (ni puede hacer mucho más), debido al carácter más bien melodramático de sus papeles: un Tim Roth que convierte a su Rainiero III en un auténtico villano (y casi me sorprendió que no le levantase la mano en cualquier momento a Kidman) o un Frank Langella haciendo del padre Tuck que abandona a Grace cuando más lo necesita buscando desesperadamente un culmen lacrimógeno que nunca llega….

Quizás la única que se salva, es nuestra compatriota Paz Vega (que por lo visto mantuvo una muy buena relación con la estrella Nicole Kidman durante el rodaje), que aunque sigue sin conseguir salir en un producto decente en Hollywood (la pobre siempre acaba en productos más bien grotescos; curiosamente me gusta más desde que está en EEUU, en España no me entusiasmaba, aunque quizás se deba al propio producto patrio), una vez más, sí consigue que su interpretación sea de las mejores o de las más destacables, resultando totalmente creíble e interesante en su papel de María Callas, siendo de hecho, la única verosímil… tal vez deban de pensar en hacer una película biográfica sobre la cantante con ella como protagonista, el parecido físico lo tiene, y parece que la capacidad para hacerla creíble también (aunque la voz desde luego no la posea…).

Valoración final: Grace Kelly tendrá que seguir viviendo en sus películas para sus admiradores, que sin duda seguirán viendo en ellas a una mujer fascinante, pues de momento el cine ha sido incapaz de captar la fascinación que provocaba, y la de su vida, a través de otra persona.

Por lo demás, esta película ni se molesta en tratar de retratarla, es una película sobre princesas o de realeza con los argumentos típicos de este género: vida aparentemente idílica con un trasfondo de gran dureza; lujo aparente, e infelicidad real; una vida aparentemente llena de privilegios que en realidad tiene más deberes y complicaciones que otra cosa… etc. Desgraciadamente, ni en eso la película sale bien parada, quedándose sólo en aceptable, su desorden, exceso de tramas y forzado melodramatismo la hacen caer en picado irremediablemente.

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