No teníamos prevista esta entrada, la verdad. Íbamos a hablaros de otras cosas hoy, pero estamos flotando en algo así como una nube y queríamos daros las gracias. Hoy escribo yo, Wendy, pero en nombre de todo el equipo.
Este lunes, a las 13 h más o menos colgamos la nueva web. Alfredo, uno de los miembros del equipo de nuestros diseñadores (Undoestudio), estaba con nosotros en la oficina para apretar juntos el “botón verde”. Estábamos taquicárdicos. Era una mezcla de miedo, de ganas, de nervios, de todo junto y revuelto. Me dolía la tripa, de verdad.
Últimos retoques, últimas comprobaciones, una llamada de teléfono y botón verde pulsado. Después de tantos y tantos meses de trabajo de tantas personas estábamos en el aire. Bodas de Cuento New Generation.. Estaba pasando.
Os lo comunicamos en las redes, y de repente ardieron. La respuesta fue, y perdonadme la expresión, ACOJONANTE. Durante todo el día no dejasteis de tuitearnos, de mandarnos mensajes por todas partes, de llamarnos, de wasapearnos, fue espectacular. Marina recibió cantidad de felicitaciones por su nueva andadura con nosotros y un montón de muestras de apoyo y cariño (normal, con lo lovely que es…), nos escribieron personas que no conocíamos o con las que nunca habíamos interactuado para felicitarnos, escribieron y llamaron amigos, cuentinovios orgullosos de la nueva web de sus planners, gente de todas partes se hizo eco y nos hizo llegar su felicitación. De verdad, estuvimos durante un tiempo en shock. El correo se nos colapsó y tardamos mucho en responder todos los mails, de hecho a día de hoy aún tenemos alguno por contestar, sorry, pero no hemos dado abasto. Ni de contestaros a los amables comments que dejasteis en el post del primer día o en las bodas del portfolio. Lo haremos, prometido.
Creo que nunca hemos puesto tantos iconitos de caritas-lanzando-un-beso o carita-sonriendo-con-mofletes-sonrojados en whatsapp. Ni tantos
en respuestas de twitter. Pero es que además de daros las gracias solo podíamos poner cara de tontis porque estábamos abrumados.El martes fue parecido. La aceptación de nuestro workshop fue increible. Hemos recibido mails que nos han hecho temblar de emoción. De hecho, siento además de las inmensas ganas de que llegue ese finde, siento una mezcla de nervios e ilusión tremendos. No os podéis hacer a la idea del nivelón profesional de algunas de las personas que nos han escrito. Espectacular. Y todas con unas ganas y una pasión que se van a comer el mundo. Tenemos el pálpito de que vamos a conocer a grandes personas y que vamos a construir algo muy grande con ellas. De veras, totalmente impresionados por la aceptación y por la buena onda de la que habéis llenado nuestro mail. MIL gracias. Seguimos con los pelos de punta.
No se cómo explicarme, de verdad. Con lo que yo hablo… Pues estoy sin palabras. Somos muy pasotas de las estadísticas, ya lo sabéis. Pero hoy se me ha ocurrido echar un vistazo, y he tenido que mirar dos veces. “Esto está mal”, he pensado. He escrito a una amiga especialista en estos temas para preguntarle si esto estaba bien, era una cifra tan grande que estaba ojiplática. Yo se que hay bloggers con choricientas visitas diarias, pero nosotros no estamos acostumbrados a esto. No se, es todo increible.
Y creía que debía contaros esto como si se lo contase a una amiga mía. Porque todo esto lo habéis hecho vosotros. La gente que nos seguís, la gente que nos queréis. Y solo podemos quitarnos el sombrero, daros las gracias infinitas y deciros que vale MUCHO la pena todo nuestro trabajo y esfuerzo, vosotros hacéis que valga la pena.
Solo eso. El GRACIAS más grande y sentido del mundo y muchos iconitos de carita-tirando-besito y de carita-con-sonrisa-y-mofletes-colorados y corazón, corazón, corazón, corazón, corazón (de los rosas, que son los que uso yo).
FOTO: Sara Frost para Bodas de Cuento