A todos los asistentes a la presentación del viernes.
Lo cierto es que no esperaba tan distinguida y selecta concurrencia, pero sobre todo no esperaba tanta.
Aparte de los amigos y familiares con los que contaba y otros que no, disfruté de algunas sorpresas que no habría sospechado en modo alguno, como la de mi sobrino Pedro, que vino desde Mallorca, o la de Aurora Pimentel, doctorada en cirros y cumulonimbos.
Mi mas sincero agradecimiento a todos: os debo una.