Uno habla sin mucho cálculo, espontáneamente, despreocupadamente, sin saber que a veces bajo la superficie de las palabras el cableado está cortocircuitado y algo no funciona como corresponde, a pesar que todo lo que se dice parece estar en aparente calma lógica y nuestra maquinaria mental, la que resuelve desde ecuaciones de primer grado hasta sofisticadísimas teorías de cuerdas y partículas de Dios, parece inmune a caer en contradicciones cuando aborda asuntos tan prosaicos, domésticos y elementales como el futbol nuestro de cada día. Por ejemplo, en el actual torneo clausura, al finalizar el partido en el que Deportivo Franela le ganó por uno a cero a Defensores de Cuscus (los nombres son ficticios para no herir susceptibilidades) el "diez" franelense le dijo a un periodista "si no hubiera sido por el arquero que se distrajo mirando para atrás, no podría haber hecho el gol. Pero bueno, gracias a Dios ganamos".
¡Epa! ¿gracias a Dios?
Si los franelenses ganaron gracias a Dios entonces los cuscusenses perdieron por la arbitraria y subjetiva decisión de ese mismo supremo hacedor.¿Acaso puso Dios en la balanza los valores éticos y morales de los dos planteles y decidió que los once de Franela son la ciudadela de la virtud y los once de Cuscus una viciosa Sodoma o Gomorra indigna de seguir en pie, y el arquero, por mirar hacia atrás como la mujer de Lot, fue castigado por el fuego del cielo, recibiendo un gol en el último minuto?.Para complicarlo más, en la fecha anterior los franelenses habían perdido de locales. ¿Como se interpreta esto. Significa que nadie es profeta en su tierra? ¿Estuvieron acaso este domingo por la mañana los jugadores confesándose en la iglesia, previo al partido y fueron absueltos sin más trámite?
Además se escuchó a jugadores y simpatizanrtes de otros equipos que ganaron agradecer a Dios por la mano recibida. Si consideramos que por definición Dios es omnipresente, entonces tenemos que inferir que intervino subrepticiamente en cada uno de los partidos jugados en la fecha, repartiendo a discreción triunfos y derrotas.Lo que nos lleva a un grave problema de fixture: si Franela le ganó a Cuscus y Atlético Pollito a Quitachispas (también gracias a Dios), que pasará cuando Franela y Pollito se enfrenten en una próxima fecha? ¿Por quien tomará partido Dios? ¿O se lavará las manos forzando un empate? ¿O será que Dios juega a los dados a pesar de Einstein y los resultados están en manos del libre albedrío de un misterioso juego cósmico tal vez robado de la fantástica imaginación de Borges? ¿Será entonces que Deportivo Franela ganó inmerecidamente los tres puntos, obedeciendo Dios al resultado de una vulgar ruleta, mientras nosotros ingenuamente lo atribuimos a su divina y parcial gentileza y no a sus dados?
En fin, nadie lo sabe. Por eso yo, de haber sido hincha de Deportivo Franela, para evitar estos problemas hubiera dicho "estoy feliz porque ganamos". Claro que lo de "ganamos" puesto en boca de hincha nos lleva a otra cuestión: ¿ganamos nosotros o ganaron ellos? Pero esto ya es tema para otro apasionante debate metafísico, filosófico o de mesa de café, sobre el tan fascinante como misterioso mundo del futbol.