Circula con rapidez por la red el vídeo en que un notable grupo de gente joven de todo el mundo da gracias de corazón a Benedicto XVI, un joven de 85 años.
Emociones contenidas y agradecimientos explícitos, a los que es de justicia -y desde luego, deber de amistad- sumarse. Por ser tan buen y tan libre y responsable hijo y amigo de Dios; y por eso, amigo de todas las demás personas que en este mundo andamos.
Gracias, Benedicto XVI, por todo. Y por quedarte rezando, como ejemplo de servicio eficaz a la Iglesia y a toda la humanidad.